14/09/2021
El sector reclama medidas, como una cata oficial previa a su envasado y cuyos resultados tengan una vigencia legal de un año. Así, se añadirían garantías a los consumidores y, a la vez, reduciría la inseguridad jurídica y la incertidumbre que conlleva un proceso tan subjetivo como el del análisis organoléptico.
Según el informe “Los falsos mitos sobre el aceite de oliva virgen español”, elaborado por la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) y la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (ASOLIVA) existe la falsa creencia de que en los lineales de los supermercados se encuentra en ocasiones aceite de oliva falso. “No existe fraude, sino discrepancias de valoración subjetiva entre distintos paneles, aun siendo todos oficiales”.
También está extendida la idea de que “los paneles de cata son infalibles”. Sin embargo, reiterados estudios ponen en evidencia que "son habituales los casos en los que una misma muestra presenta diferencias en la clasificación, en función del panel de cata que la valore”.
Otra creencia falaz es la de que “no hay alternativas al panel de cata”, pero se está avanzado en metodologías científicas objetivas que acaben con estas incertidumbres o, cuanto menos, las palien. Estas propuestas están orientadas a complementar y elevar el nivel técnico y la objetividad de los sistemas de clasificación de las categorías del aceite comercializado.