EAPIR y aceite: impulso a la rentabilidad

27/08/2020

Por Marta Fernández, periodista agroalimentaria

El aceite de oliva es uno de los productos más emblemáticos de la “marca España”, adherido a la dieta mediterránea por sus cualidades nutricionales y organolépticas, son indiscutibles los beneficios ligados a su consumo. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, sobre todo en los ámbitos productivo y comercial, donde excedentes y geopolítica pugnan por imponer sus propias reglas de juego.


A nivel práctico, la consecuencia derivada de esta situación se traduce en las dificultades por las que atraviesa el sector, que tiene en la crisis de precios y la pérdida de rentabilidad su talón de Aquiles. Por ello, desde el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el propio Luis Planas anunció el pasado mes de junio una batería de medidas cuyo objetivo es precisamente paliar esta situación para, de esta forma, asegurar la viabilidad y el futuro del sector del aceite de oliva español.

Y Castilla-La Mancha, segunda región productora por detrás de Andalucía, no es ajena a esta situación, tal y como confirma Elena Escobar, su directora general de Alimentación. “El sector del aceite de oliva está pasando por un mal momento.

A pesar de que la producción en esta campaña se vio reducida prácticamente a la mitad respecto a la anterior y de que se consiguió poner en marcha la ayuda al almacenamiento privado, la situación, a día de hoy, sigue siendo difícil”. Para tratar de solventarlo, continúa, “estamos trabajando junto con el Ministerio de Agricultura en la puesta en marcha de una hoja de ruta que prevé ayudas para el olivar como el nuestro, en muchos casos de bajo rendimiento, pero con una gran calidad y un gran valor social y medioambiental. Además, también hemos solicitado que en la próxima PAC quede recogida esta ayuda”. Estas medidas están enfocadas a la diferenciación de las producciones, dando especial relevancia a la producción ecológica, y facilitando la autorregulación del sector a través del almacenamiento privado. “Se trata de un conjunto de medidas que debe tener un resultado a corto, a medio y a largo plazo. Creo que tenemos una oportunidad importante, porque es un sector muy importante para Castilla-La Mancha, y por ello, se ha contemplado una actuación no parcial, sino integral a lo largo de la cadena. Por tanto, confío en que de resultados”, argumenta.

Para fortalecer esta posición, y teniendo en cuenta que el sector oleícola se caracteriza por su elevado grado de atomización, el Ejecutivo regional, a través de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha puesto en marcha la figura de las Entidades Asociativas Prioritarias de Interés Regional (EAPIR). “Es un instrumento legal de apoyo a la concentración empresarial para fomentar la integración cooperativa en el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha”, explica la titular de Alimentación.

El objetivo, por tanto, es dotar de mayor envergadura a las entidades para que, a través de su redimensionamiento, refuercen su posición en mercados tanto nacionales como internacionales. Porque las cooperativas agroalimentarias de Castilla-La Mancha son ‘emprendedores colectivos’ que adaptan su financiación y estrategia a las situaciones económicas desfavorables, cuenta Elena Escobar.

Para facilitar esta tarea, las entidades reconocidas como EAPIR obtienen como beneficio más inmediato la priorización en el acceso a las ayudas “tanto para la entidad reconocida como EAPIR como para sus entidades y socios productores de base. Esto ocurre en líneas tan importantes como FOCAL, que es una ayuda a la transformación y comercialización de la industria agroalimentaria”. ¿Por qué? Porque el objetivo intrínseco de ser una EAPIR deriva de su dimensión, “a mayor dimensión mayor poder de negociación en un mercado en el que los clientes son pocos y los productores muchos; el que estos últimos se asocien les permite dimensionar sus estructuras comerciales y de transformación y, sobretodo, pueden abordar nuevos planes de negocio que impliquen internacionalización y diversificación”, argumenta Escobar.

Grupo Montes Norte, impulso al sector oleícola manchego

Castilla-La Mancha aglutina en torno al 10% de la producción nacional de aceite de oliva, con un volumen que en las dos últimas campañas se sitúa en una horquilla de entre 65.000 y 180.000 toneladas. En el cómputo de la cuenta de resultados del sector agroalimentario regional, representa de un 5% a un 8% de las ventas. Estas cifras denotan la importancia que tiene el sector para la economía regional y, de ahí, la relevancia de fortalecer e impulsar sus estructuras productivas y comerciales, máxime teniendo en cuenta los cada vez mayores requisitos comerciales del entorno internacional, a los que se suma el factor de incertidumbre derivado, entre otros, del Brexit, los aranceles estadounidenses o los diferentes acuerdos comerciales de la UE.

En el caso de Castilla-La Mancha los aranceles impuestos por el Gobierno de Estados Unidos afectan a un total de 1.292 empresas, de las cuales 322 corresponden al sector agroalimentario, siendo el aceite deoliva el producto que más está sufriendo durante 2020 el gravamen exportador al país americano, seguido del vino y queso manchego.

Conocedora de esta situación y de la importancia de la unión cooperativa, la entidad de segundo grado Montes Norte decidió dar un paso adelante y a principios de 2019 fue reconocida como EAPIR. Actualmente, está integrada por 7.500 socios de más de 25 municipios de Ciudad Real, Toledo y Badajoz. “Concretamente somos cinco cooperativas resultado de más de una treintena de procesos de fusiones e integraciones, que nos permiten ahora ser más fuertes unidos, caminando hacia una misma dirección”, cuenta José Luis Amores, su director general. “Nuestra facturación alcanza los 60 millones de euros, correspondiendo más de la mitad a aceite de oliva. Sobre este último producto tenemos un nivel de producción que oscila entre los 10 y 16 millones de kilos, que representa el 25% del volumen provincial y casi el 15% del regional, con un potencial para los próximos años de 20 millones de kilos de aceite. Abordamos el mercado, nacional e internacional, y nuestro mayor volumen de venta directo se encuentra en Europa, aunque de forma indirecta tocamos prácticamente todos los mercados”, añade Amores.

A la pregunta sobre qué fue lo que motivó a Grupo Montes Norte a dar el salto y apostar por la figura de las EAPIR, su director general lo tiene claro, sobre todo desde el prisma de las necesidades que deben ser satisfechas desde el punto de vista empresarial para competir en un mercado cada vez más exigente y globalizado.

“Desde nuestro grupo queremos aprovechar las ventajas que aportan las economías de escala. El objetivo no es solo tener prioridad en las subvenciones, sino ser más eficientes y abordar los mercados exteriores con una mejor posición a la hora de negociar los precios, es decir, poder competir con mayor tamaño en el mercado global y garantizar el producto de manera estable en calidad, cantidad, sostenibilidad y seguridad alimentaria. Las pequeñas dimensiones serían incapaces de afrontarlo”.

Si bien, reconoce los beneficios derivados de la priorización en las ayudas tanto para la propia entidad como para sus entidades de primer grado y asociados, sobre todo de cara a afrontar nuevos proyectos. “Nuestro grupo tiene mayores ventajas a la hora de solicitar determinadas ayudas e inversiones en transformación, comercialización, desarrollo de productos agrícolas y fomento de la calidad agroalimentaria en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha 2014-2020. Y nuestros socios también se ven beneficiados directamente, ya que les permite obtener mayor puntuación a la hora de recurrir a este tipo de ayudas”. Porque, de hecho, este es uno de los mecanismos recogidos en el decreto para impulsar la consecución de los objetivos de las EAPIR, recuerda Elena Escobar. “El decreto incentiva la integración priorizando estas figuras en el acceso a las ayudas públicas en unas líneas y, en otras, con porcentajes de subvención adicionales”.

En total, las inversiones realizadas por Grupo Montes Norte se cuantifican en más de 5 millones de euros entre mejoras y ampliaciones de infraestructuras de varias cooperativas base y a la vista de estos resultados, a día de hoy, y tras haberse convertido en EAPIR, el balance es positivo, razona Amores, “ya que nos ayuda a potenciar la política de nuestro grupo, orientada a adquirir una mayor dimensión para reducir costes de producción y mejorar condiciones de comercialización en el mercado global”.

La calidad por bandera

En base a estas ayudas, las EAPIR, por tanto, tienen mayores posibilidades de mejorar sus estructuras de transformación y comercialización, pero también de diversificar su producción y adaptar parte o toda ella, por ejemplo, a lo exigido en los pliegos de condiciones de indicaciones geográficas de calidad, dándoles acceso a posicionar su producción en un nicho de mercado de mayor valor añadido a través de las ventas de productos de calidad diferencia. Porque la propia dimensión derivada de la integración, expone Elena Escobar, “posibilita el acceso a más herramientas para llegar al consumidor y mayor capacidad para llevar a cabo campañas de publicidad y diversificación”.

Atendiendo a este criterio, Grupo Montes Norte produce y comercializa parte de su producción de aceite de oliva virgen extra bajo la DO Montes de Toledo. Un sello que, sin duda, certifica la calidad de un producto excelente. Pero en este proceso de excelencia, José Luis Amores explica que las cooperativas del grupo van más allá y, a través de sendos procesos de localización y trazabilidad, son capaces de dotar de mayor valor a sus producciones y a las economías de su radio de actuación. “Nos parece primordial apostar por los productos y negocios de la zona y por eso también creemos que poder demostrar y garantizar al 100% el origen de nuestros productos aporta un valor añadido al producto particular. Nosotros sabemos qué estamos envasando, de dónde proceden las aceitunas con las que hemos obtenido ese aceite y queremos contarlo para que el consumidor sea consciente 100% de lo que come. Por ello, hemos estado organizado catas semanales y actividades en las que los asistentes han tenido la oportunidad de descubrir un gran producto y, además, tomar conciencia de su importancia social y económica”.

Y es que, como señala Elena Escobar, el valor diferencial de los aceites de Castilla-La Mancha es su calidad, “y tenemos que ser capaces de venderla, porque el consumidor está reclamando diferenciación, aceites singulares. En Castilla-La Mancha contamos con la variedad Cornicabra, que produce aceites únicos y ahí radica su potencial. También debemos potenciar la producción ecológica y el olivar de bajo rendimiento”.

Como ejemplo, desde el punto de vista comercial, el departamento de Marketing y Comunicación de Grupo Montes Norte está impulsando sus productos embotellados y envasados. Para ello, se está apoyando en la capilaridad de su implementación geográfica a través de establecimientos especializados, su tienda online, “con la que distribuimos productos a todo el mundo”, así como en diversas acciones de comunicación tanto interna, “con envío de revista propia a socios y boletines informativos”, como externa, “con publicidad continua en diferentes medios de comunicación, así como asistencia a ferias y eventos”. Todo ello, explica Amores, “nos permite que poco a poco aumentemos las ventas y que nuestros productos sean más reconocidos”.

Como conclusión, argumenta José Luis Amores, “desde Grupo Montes Norte estamos firmemente concienciados con nuestro sector y con los productos de nuestros agricultores. Sabemos que contamos con un verdadero oro líquido, y que este contiene multitud de propiedades beneficiosas para nuestra salud. Es decir, un producto sano y que además es de nuestra tierra, por lo que ayudará a mover la economía familiar, local, regional y al fin y al cabo nacional”.

En cuanto a la posible dicotomía precio versus calidad, Amores zanja la cuestión con una llamada a la reflexión: ¿qué duda puede haber en si consumirlo o no cuando en muchas ocasiones, además, la diferencia de precio es mínima y, si la hay, los aspectos positivos son más fuertes?”.

Acceso a EAPIR

Los requisitos para el reconocimiento de Entidades Asociativas Prioritarias de Interés Regional de Castilla-La Mancha (EAPIR) están regulados en el Decreto 77/2016, de 13/12/2016 y el reconocimiento se hace en base a un volumen mínimo de facturación, que en el sector del aceite de oliva está fijado en 25 millones de euros. Además, establece el compromiso por parte de los productores a comercializar todo su volumen a través de la EAPIR. Si bien, el propio decreto establece un periodo transitorio.

Para el caso concreto de productos ecológicos, el Plan Estratégico de la Producción Ecológica 2019-2023 recoge el compromiso de disminuir el volumen de comercialización mínimo necesario para constituirse como EAPIR para estos productos, y así está previsto en la próxima modificación del decreto que las regula.

En cuanto al proceso de solicitud para que una entidad pueda ser reconocida como EAPIR, este se puede presentar en cualquier momento, no es necesario esperar a la apertura de un proceso o convocatoria concreto, y una vez se haya verificado que se cumplen los requisitos, se puede comenzar a tramitar el reconocimiento.

Actualmente, en Castilla-La Mancha hay reconocidas cinco entidades asociativas prioritarias, constituidas por 42 cooperativas, con 23.596 socios de base y una facturación superior a los 300 M€. En aceite hay dos EAPIR, que representan casi el 20% de la producción y, entre ambas, agrupan a más de 20.000 oleicultores.

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