17/04/2020
Es precisamente en este contexto, con precios mantenidos durante meses por debajo de costes de producción y en el entorno de los dos euros por kilo, que el sector olivarero en su conjunto se ha echado a la calle, declarándose en “estado de movilización permanente” hasta que no se adopten medidas que reviertan la situación. En consecuencia, y desde el 10 de octubre del año pasado, las organizaciones ASAJA, COAG, UPA, junto a Cooperativas Agro-alimentarias, en Andalucía, e Infaoliva, en determinadas provincias, protagonizan movimientos reivindicativos que comenzaron en Madrid y se han generalizado en el campo español, haciéndose fuertes en el sur de España y muy especialmente en Jaén, epicentro de la producción oleícola mundial.
Hacía 30 años que el sector oleícola no protagonizaba una oleada de protestas como las que las últimas semanas han sacado miles de tractores a las carreteras, cortado vías principales de comunicación, generalizado solidaridad en torno al lazo verde, emblema de la causa, o paralizado la actividad en instituciones públicas y privadas de los 97 municipios de Jaén.