25/07/2019
Tras la puesta en común de los resultados preliminares, que tuvo lugar el pasado 12 de junio de 2019, ahora se han presentado los resultados finales en forma de Declaración Ambiental de Producto, de acuerdo con la Norma Europea UNE-EN ISO 14025, con la Verificación de AENOR. Ello supone una diferenciación ambiental para la almendra española que apoya su comercialización, pero también implica una mayor concienciación sobre los factores medioambientales en las explotaciones y sienta las bases para la toma de decisiones en ecodiseño.
Aeofruse, en colaboración con las empresas Crisol y Frutos Secos Mañán, junto a la Fundación CTME, ha medido el impacto ambiental de todas las fases de la producción de la almendra nacional desde su origen hasta su fin de vida, excluyendo el impacto de la fase de uso en la industria alimentaria. Para ello se han analizado 59 explotaciones de almendro que abarcan distintas localizaciones geográficas, distintas técnicas agrícolas (secano, regadío, ecológico) y distintos tamaños de explotación, obteniendo la representatividad de las explotaciones nacionales de almendra.
La presentación del Estudio la realizó Yolanda Núñez, del Centro Tecnológico de Miranda de Ebro junto a Aitor Aragón, de AENOR, quien realizó una ponencia sobre la “Verificación de la Declaración Ambiental de Almendra Nacional”. Asimismo, tuvo lugar el acto simbólico de entrega del Estudio al presidente de Aeofruse, Antonio Pont Soriano, quién comentó que deben estar “orgullosos de haber sido partícipes de un trabajo que apuesta por la sostenibilidad ambiental como herramienta de competitividad y diferenciación del sector nacional del almendro. Desde la Asociación seguiremos impulsando iniciativas que sostengan la excelencia de la almendra española”.