13/12/2022
El informe, presentado en la Agricultural Outlook Conference organizada por la Comisión Europea el 8 y 9 de diciembre, refleja las previsiones de producción, consumo y comercio para la próxima década en sectores agrícolas y ganaderos como los cultivos herbáceos o la producción láctea y cárnica. En esta ocasión, el análisis incluye un enfoque especial en la seguridad alimentaria y refleja las políticas agrícolas y comerciales vigentes en noviembre de 2022.
En este informe de perspectivas se pone de relieve las dificultades que el sector agrícola de la UE ha afrontado en los últimos dos años, poniendo a prueba su resiliencia. Además de las perturbaciones comerciales y el aumento de los precios de las materias primas causadas por la recuperación post-COVID, la invasión rusa de Ucrania elevó todavía más los precios de los insumos y la energía. Como resultado, la inflación de los alimentos se disparó y el comercio se frenó. A todo ello se suma que el cambio climático está dando lugar a fenómenos meteorológicos adversos y extremos cada vez más frecuentes. A la luz de estas perturbaciones, combinadas con los cambios en las tendencias del consumo, el análisis presentado en el informe de perspectivas prevé que la producción de algunos cultivos se estanque o incluso disminuya ligeramente, mientras que la producción de leche y carne disminuiría.
En su discurso de apertura pronunciado en la conferencia de perspectivas agrarias, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, dijo: “Para lograr un sistema alimentario verdaderamente resiliente, debemos abordar los problemas que han seguido afectando a nuestras comunidades agrícolas, como la disminución de las granjas familiares y el aumento de la edad promedio de los agricultores. Estos desarrollos, identificados en el último censo agrícola, son una llamada de atención. Estoy convencido de que la PAC proporciona a los Estados miembros un sólido conjunto de herramientas para apoyar mejor a sus comunidades agrícolas y ayudarles a ofrecer una seguridad alimentaria sostenible a la sociedad. En los últimos años, hemos trabajado estrechamente con los Estados miembros para elaborar planes estratégicos sólidos. Ahora es el momento de empezar a implementarlos”.
Cultivos herbáceos
En lo que respecta a los cultivos herbáceos, el informe prevé que la superficie total de cereales de la UE se reduzca hasta 57,2 millones de hectáreas de aquí a 2032, impulsada por una disminución de la cebada y el maíz. La UE seguirá siendo un exportador neto de trigo y cebada y un importador neto de maíz y arroz. El consumo de cereales en la UE aumentará ligeramente (+3,9%), pero como el uso de piensos disminuirá (-6,1%), se espera que el consumo interno general de la UE se mantenga estable.
Por otra parte, se prevé que la producción de cultivos oleaginosos en la UE sea de 33,0 millones de toneladas en 2032, lo que supone un aumento de 2,8 millones de toneladas con respecto a 2020-22 (+9,3%). Esto se debe principalmente a que los rendimientos siguen aumentando, aunque la situación sigue siendo variada para cada producto. Las importaciones netas de cultivos oleaginosos y proteaginosos en la UE disminuirán, ya que la UE producirá un 54,7% más de legumbres y un 33,3% más de soja.
En cuanto a la seguridad alimentaria, la UE seguirá siendo autosuficiente en 2032, en la mayoría de los productos analizados, y sigue siendo capaz de generar excedentes, que contribuyen al suministro mundial de alimentos, en particular trigo y productos lácteos. Sin embargo, debido a las condiciones agroclimáticas y de mercado, la UE seguirá dependiendo de las importaciones de productos como frutas tropicales, arroz y soja, aunque se esperan algunas mejoras.
España pide coherencia entre políticas agrarias, ambientales y comerciales
En su participación en la Agricultural Outlook Conference 2022, el ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, afirmó que el futuro de la seguridad alimentaria dependerá de la consecución de un encaje adecuado entre las políticas agrarias, ambientales y comerciales, que garantice una producción sostenible y suficiente de alimentos y un tráfico fluido de mercancías. Para ello, remarcó, será necesario reforzar el apoyo a la investigación, la innovación, el asesoramiento y las inversiones en la modernización de las explotaciones, con el fin de avanzar hacia una sostenibilidad que garantice la rentabilidad de la agricultura.
En el foro organizado por la Comisión Europea para analizar las perspectivas agrarias de la Unión en la próxima década, Planas intervino en la sesión sobre transición hacia un sistema alimentario más sostenible, en la que reiteró que la sostenibilidad solo será posible si existe rentabilidad, por lo que debe ser entendida en una triple vertiente: ambiental, económica y social.
Luis Planas citó como ejemplo el caso de la horticultura intensiva en cultivos bajo invernadero del sureste español, que utiliza el control biológico de plagas que, además de una forma de producir más segura y respetuosa con el medio ambiente, ha propiciado una mayor rentabilidad de las explotaciones.
Además, incidió en la necesidad de avanzar en desarrollar las oportunidades que ofrece la bioeconomía y la economía circular, que permite convertir problemas como la gestión de los residuos en soluciones en forma de nutrientes para el suelo o producción de energía.
En su intervención, el ministro apeló también a la necesidad de incluir criterios de reciprocidad o cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países.
Para lograr la seguridad alimentaria, afirmó el ministro, no basta solo con contar con sistemas de producción sostenibles, sino que es necesario preservar el buen funcionamiento del comercio internacional de materias primas y productos agroalimentarios.