05/10/2020
Es el denominado “Pacto Verde Europeo”, una iniciativa que trabaja ámbitos temáticos que cubren todo el espectro de nuestras vidas: concienciación respecto al cambio climático; desarrollo de energías limpias, asequibles y seguras; implantación de procesos industriales en el marco de una economía limpia y circular; construcción de edificios eficientes energéticamente; fomento de una movilidad sostenible e inteligente; búsqueda del objetivo contaminación cero; concienciación y formación de los ciudadanos sobre el cuidado de nuestro entorno; gestión de la biodiversidad y los ecosistemas; y por supuesto la Estrategia “De la Granja a la Mesa”, sobre la que ya hemos hablado en números anteriores de “Agricultura”, y de la que parece que seguiremos hablando largo tiempo.
Estas dos últimas estrategias, la de Biodiversidad y “De la Granja a la Mesa” son las que tocan directamente al sector agrícola europeo, y en ellas se ha establecido como clave (con más o menos criterio técnico) a la agricultura ecológica como el camino hacia un sistema alimentario más sostenible para nuestro medio ambiente.
En esta línea, la Comisión Europea se ha fijado como objetivo para 2030 dedicar un 25% de las tierras agrícolas a la agricultura ecológica (algo alcanzable en España gracias a nuestro olivar) y un plan de acción sobre agricultura ecológica que prevé fomentar la demanda de productos bio e incrementar la superficie dedicada a la agricultura ecológica en la UE.
Otra “pata” de futuro que marca la Comisión Europea para nuestra agricultura es la estrategia de promoción agroalimentaria en terceros países, para la que se apoya en la imagen de alta calidad y seguridad de nuestros productos en todo el mundo.
Un ejemplo de la importancia que se otorga a esta área es el acuerdo bilateral que se acaba de firmar entre la UE y China para proteger contra las imitaciones cien indicaciones geográficas europeas en China y cien indicaciones geográficas chinas en la Unión Europea.
El mercado chino tiene un gran potencial de crecimiento para los alimentos y bebidas europeos. En 2019, China fue el tercer destino de los productos agroalimentarios de la UE, alcanzando ventas por valor de 14.500 millones de euros y el segundo destino de las exportaciones de la UE de productos protegidos como indicaciones geográficas, en los que se incluyen vinos, productos agroalimentarios y bebidas espirituosas, que representan el 9% en valor.
Parece que la Comisión Europea tiene una estrategia clara sobre nuestra agricultura, una estrategia sobre la que quizás ha preguntado más al consumidor que al agricultor a la hora de trazarla.
Y además, hay una cuestión de fondo para la que el agricultor medio aún no tiene respuesta: ¿habrá algún día reciprocidad en las condiciones de cultivo con las importaciones de alimentos de terceros países o seguiremos importando alimentos producidos en condiciones que aquí están prohibidas?
El tren de la biotecnología pasa por nuestra estación de nuevo con la edición génica y parece que se volverá a dejar pasar. Otros comprarán billete.
Mientras tanto, la UE tiene una política agraria de “verde y con asa”, más ecológica y para exportar. Por el bien de todo el sector esperamos que sea la adecuada.