27/08/2020
El Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez, que ha reiterado en numerosas ocasiones su “oposición frontal” a la imposición de aranceles como consecuencia de este conflicto, confía en que se alcance un acuerdo entre ambos países, con intereses económicos mutuos.
El pasado 23 de julio, el Gobierno español acordó con Airbus modificar los términos de las ayudas de lanzamiento concedidas al A350, y situarlos en términos de mercado. Tras dicha modificación se da cumplimiento a los requisitos exigidos por la Organización Mundial del Comercio y ello justifica la retirada de las contramedidas por parte de Estados Unidos sobre productos de exportación de la Unión Europea.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha vuelto a expresar que ”el sector agroalimentario se ha visto inmerso en un conflicto comercial ajeno a su actividad” y que “es un error estratégico incluir la alimentación en las represalias comerciales”. Ha hecho hincapié en que el sector agroalimentario mundial debe desarrollarse en unos mercados que aseguren estabilidad y que limiten la incertidumbre derivada de las tensiones comerciales. También ha resaltado la importancia del multilateralismo en los acuerdos comerciales y de un comercio internacional basado en reglas.
La OMC emitirá próximamente su decisión de arbitraje en el caso paralelo de la UE contra Estados Unidos sobre subvenciones ilegales a Boeing. La UE espera que las negociaciones permitan no tener que ejercer sus propios derechos de sanción, cuando la OMC establezca el nivel de contramedidas autorizadas en el caso de Boeing y que pueda llegarse a una solución consensuada en beneficio mutuo que garantice el desarrollo del sector aeronáutico de ambas partes.
Los sectores se pronuncian
En los últimos días se han sucedido las reacciones a la decisión del Gobierno norteamericano por parte de los distintos sectores agroalimentarios españoles afectados por el mantenimiento de los aranceles.
El sector del vino, a través de la Federación Española del Vino (FEV), lamenta la decisión, que significa que “el vino sigue siendo víctima de un conflicto ajeno que ya ha perjudicado gravemente a las bodegas españolas en un mercado prioritario como EE. UU. Y en un momento especialmente delicado para el sector por la recesión provocada por la crisis de la COVID-19 en todo el mundo y las restricciones a la hostelería en un buen número de países, entre ellos España”.
Desde el pasado mes de octubre, los vinos (excepto los espumosos) con una graduación alcohólica inferior o igual a 14% vol. y en envases de dos litros o menos procedentes de España, Francia, Alemania y Reino Unido se han visto gravados con un arancel adicional del 25% ad valorem.
Estados Unidos es el segundo destino de las exportaciones españolas de vino en valor y el primero fuera de la UE, con casi 324 millones de euros y un 22,3% del total. Según los últimos datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), el país ha reducido notablemente sus importaciones de vino envasado español en valor desde la introducción de los aranceles, y especialmente en marzo (-34,2%), abril (-22,8%) y mayo (-20,8%), coincidiendo con la crisis del coronavirus.
Otro de los productos especialmente perjudicados por la imposición de aranceles es el de la aceituna de mesa. En este caso, la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa) carga contra el Gobierno de Pedro Sánchez al considerar que “abandona al sector agroalimentario ante EE. UU. en favor de Airbus”.
Esta organización lamenta “que Pedro Sánchez tenga tiempo para reunirse con Airbus pero no con los representantes del sector agroalimentario español, que es el que está sufriendo las consecuencias directas de los aranceles de EE. UU. y que se siente totalmente abandonado”. Asemesa hace referencia a la reunión mantenida por los ministros de Agricultura y de Industria, Comercio y Turismo, Luis Planas y Reyes Maroto, respectivamente, con los representantes de la plataforma de afectados por los aranceles de EE. UU., en la que se encuentran, además, de Asemesa, organizaciones como Asoliva, Anice, Anfaco-Cecopesca, Aecafé, Asozumos, Cerveceros de España, Espirituosos España, Fenil, FEV, Fenaval, Produlce, Cooperativas Agro-alimentarias de España, Asaja, COAG, UPA y CECRV.
Según Asemesa, en dicha reunión, “el Gobierno no aportó ninguna nueva información sobre las gestiones”, con lo que “el encuentro se convirtió en una reunión decepcionante con meras intenciones y palabras vacías de contenido sin aportar ningún detalle”, añaden.
Así, la organización que defiende los intereses del sector de la aceituna de mesa ha transmitido al Gobierno español las siguientes exigencias: “que declare públicamente si las ayudas de España y la UE al Airbus son ya legales y conformes a los requisitos de la OMC; que el presidente Pedro Sánchez se involucre directamente en el asunto ante la falta de resultados de los ministros implicados hasta ahora; que haga públicas las condiciones del último acuerdo con Airbus para eliminar toda sospecha de opacidad; que confirme que no va a establecer la tasa Google; y, por último, que inicie inmediatamente negociaciones bilaterales con EE. UU. sin esperar a que se resuelva el caso Boeing”.
Por su parte, Cooperativas Agro-alimentarias de España ha trasladado al Gobierno su preocupación por el mantenimiento de los aranceles sobre el aceite de oliva envasado y la aceituna verde de origen español y le pide que incremente “sus esfuerzos para defender, tanto en el seno de la Unión Europea como directamente con EE. UU., a un sector estratégico para nuestra economía y nuestro territorio”.
Desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) consideran “un alivio” la decisión del Gobierno de Estados Unidos de no incrementar dichos aranceles y valoran positivamente las gestiones realizadas por el Gobierno español con las autoridades estadounidenses, pero inciden en la importancia de una intervención firme de la Unión Europea frente a la administración Trump.