17/01/2019
Esta medida, que entrará en vigor tras su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, supondrá la reintroducción de aranceles aduaneros durante los próximos tres años a estos envíos asiáticos: 175 euros por tonelada en el primer ejercicio de aplicación, 150 euros el segundo y 125 el tercer año. La decisión parte de una denuncia presentada por Italia en febrero de 2018 y apoyada por los demás Estados miembros arroceros, entre ellos España, que motivó una investigación por parte de la Comisión, cuya conclusión fue que el arroz índica de Camboya y Myanmar se importa en volúmenes y a precios que causan graves dificultades a la industria y a los productores europeos.
Para la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), la medida reviste una gran trascendencia, ya que es la primera vez que se pone en marcha este mecanismo para defender un producto agrario no transformado europeo ante la competencia desleal de terceros países y, además, porque sienta un precedente que puede hacerse extensivo a otros cultivos, como los cítricos, que atraviesan dificultades similares a las del colectivo arrocero.
Por su parte, Cooperativas Agro-alimentarias de España apunta que los consumidores españoles también se verán beneficiados por esta medida, porque al reducir las importaciones se garantiza un mayor origen de arroces producidos en España y la UE, que tienen una mayor calidad, con una producción más sostenible. El presidente del Consejo Sectorial de Arroz de esta organización, Félix Liviano, valora la decisión pero señala que es una solución temporal, por lo que el sector cooperativo continuará trabajando con el Gobierno central en otras medidas, como el etiquetado de origen del arroz.