30/04/2019
El pasado 16 de enero la Comisión Europea anunció la reintroducción de los derechos de aduana para el arroz de tipo Índica procedente de Camboya y Myanmar, dos países que hasta ahora disfrutaban de una tasa cero para sus exportaciones a la Unión Europea gracias al acuerdo comercial “todo menos armas”, que permite el acceso unilateral y libre de derechos a los países menos desarrollados del mundo. Gracias a este régimen comercial de la UE, el conjunto de las importaciones de arroz Índica de estos países aumentó un 89% en las últimas cinco temporadas provocando graves daños económicos a los productores europeos, quienes vieron cómo su cuota de mercado se reducía drásticamente al no poder hacer frente a los precios bajos que inundaban el mercado europeo. Para hacer frente a esta situación, la Comisión restablecerá unos derechos de importación que se irán reduciendo de forma constante durante los próximos tres años (175 euros por toneladas el primer año, 150 el segundo y 125 el tercero).
Una respuesta tras años de problemas
La solicitud inicial de poner freno a las importaciones de arroz sin aranceles fue presentada hace un año por el gobierno italiano y apoyada por otros países arroceros como España o Francia. A nivel europeo, solo Italia y España representan conjuntamente el 80% del cultivo de arroz en toda Europa, por lo que no es de extrañar que ambos países hayan sido los más activos en denunciar el daño que las importaciones low cost de países terceros han hecho a los productores de arroz de la UE. Con el apoyo de los ministerios de agricultura italiano y español, organizaciones de productores de arroz de Italia, España, Portugal, Francia y Grecia organizaron una conferencia de prensa en noviembre del año pasado en Bruselas para reclamar el fin de las importaciones sin aranceles de Camboya y Myanmar.