15/11/2018
“La distribución alimentaria está realizando grandes acciones en este sentido, la mayoría de ellas requieren de una estrecha colaboración con proveedores, agentes logísticos y sistemas integrados de gestión de residuos, condición necesaria para avanzar en una economía sostenible real”, señala Asedas en un comunicado.
Según su director general, Ignacio García Magarzo, “el compromiso de los supermercados de Asedas con la economía circular es estratégico, por lo que se están invirtiendo muchos recursos técnicos y económicos en avanzar en ella. Sin embargo, el impulso de soluciones sostenibles solo puede ser efectiva con la participación activa y comprometida de todos los eslabones de la cadena y también de las administraciones, a quienes corresponde dotarnos de una legislación que introduzca plazos de adaptación realistas e infraestructuras adecuadas para faciliten el cambio”.
Entre las soluciones que el sector de la distribución apoya destacan: el ecodiseño -conseguir mejoras relacionadas con la forma, las dimensiones y el gramaje de los envases, lo que supone un impacto directo en la reducción de residuos y también de emisiones de transporte al conseguir un mejor agrupamiento y menos “transporte de aire”-; la reducción -un ejemplo de reducción de plásticos en que los supermercados han sido palanca de cambio son las bolsas de un solo uso, que comenzaron a cobrarse de manera voluntaria en 2009, con lo que se ha reducido su demanda en un 85%. En la actualidad, se trabaja en la búsqueda de materiales biodegradables resistentes y aptos para uso alimenticio; la ecología industrial y territorial -la gestión optimizada del almacén junto con el establecimiento de rutas de proveedores de cercanía que consiguen llevar los productos frescos del campo al supermercado en 21 horas. Esta estrategia incide en un control del surtido que hace que el desperdicio alimentario en los supermercados de Asedas se calcule entre el 0,2 y el 1%-; la reutilización -el pool de envases de fruta y verduras es un gran ejemplo de reutilización en la logística de un supermercado que dota a cada caja de plástico reciclado de una vida media útil de 5 años y les permite hacer todo el proceso logístico, del campo a la tienda, unas 13 veces al año-; y el reciclaje -las políticas de “vertido cero” tienen como objetivo incrementar año tras año las tasas de reciclaje de todo tipo de materiales, que en la actualidad se sitúan en Asedas en valores medios que rondan el 75%-.