Pasión por la almendra en pleno corazón del Alentejo portugués

05/12/2019

Por Manel González, periodista

En la región del Baixo Alentejo, a escasos kilómetros al este de la ciudad de Beja, en la parte más meridional del país vecino, la majestuosa finca Herdade Barbas de Lebre sale al paso del viajero haciendo gala de sus imponentes pasado y presente como sede de múltiples y muy reconocidas actividades agrícolas y ganaderas y en la que hoy día brillan las 600 hectáreas de campos de almendros de BdL Almond Group.


'BdL' son las siglas de 'Barbas de Lebre', el nombre de los dominios que la familia Sobral dirige desde hace ya cuatro generaciones en el sur de Portugal. La finca es toda una enciclopedia de la actividad agrícola y ganadera de la zona: en ella se trabajan cereales, porcino, corcho, ganado de lidia y, desde 2016, almendro de riego.

Para la gestión de esta rama, la familia Sobral impulsó BdL Almond Group, empresa formada en la actualidad por seis sociedades y encabezada por Manuel Sobral en la dirección general y su hermano Jose António en la dirección de producción. El hecho de contar con un solo equipo directivo y un solo equipo técnico, con Luis Martín Carrero al frente, “nos permite actuar como una sola explotación en todos los sentidos”, reconoce a Agricultura Manuel Sobral.

"Esta sinergia, basada en la confianza y en la ilusión en el sector de la almendra, nos permite compartir recursos generales, información, experiencia, volumen, tener una capacidad de respuesta más eficaz y rápida a necesidades que puedan surgir y una cierta posición dentro del sector”, añade.

El grupo cuenta ya con 600 hectáreas de almendros, que han ido plantando progresivamente desde 2016. A mayores, posee otras 150 ha de riego todavía no transformadas. Los cultivos son intensivos de riego por goteo. En cuanto a la extensión de los marcos de plantación, BdL Almond Group la ha ido adaptando según variedades y suelos, disponiendo a día de hoy de parcelas de entre 260 y 416 árboles por hectárea.

Una manera propia de trabajar en almendro

El modelo de trabajo del cultivo de esta compañía es el de podas manuales de formación en los primeros años, "cosa que en estas dimensiones no es fácil de gestionar", advierte Sobral, "pero para nosotros es crucial". La familia dedica muchos recursos y tiempo a la formación de podadores para que las plantaciones de la finca presenten el aspecto deseado. “Nosotros creemos que es importante para la sanidad y para una larga duración del cultivo a pleno rendimiento que el árbol esté bien estructurado, en vaso, con sus pisos bien definidos y con una estructura fuerte que aguante altas producciones y que a la vez permita aireación en el interior y la entrada de luz”, sostiene el director general.

A pesar de que existen muchas plantaciones con más densidad de árboles y podas mecánicas, y posiblemente con más producción por hectárea durante los primeros años, todavía hay muy poca experiencia con esos modelos con más edad. "Nosotros hacemos un tipo de árbol consistente, más contrastado y guiado para que dure muchos años", señala Sobral a Agricultura.

BdL Almond Group elige las variedades de almendro en base a su potencial productividad, aunque también juegan un papel importante los criterios sanitarios. Todas ellas son de cáscara dura o semidura, así como autofértiles y de floración tardía. Actualmente trabajan con las variedades Lauranne y Avijor, sobre todo, y también Vayro y Marinada, a partes iguales, una parte de Belona y, en menor medida, de Soleta.

La zona del Baixo Alentejo en la que se alza la finca Herdade Barbas de Lebre se encuentra dentro del alcance de la presa de Alqueva, cuya superficie de riego alcanza las 120.000 ha, un agua muy preciada por la familia Sobral por ser “abundante, muy asegurada y de mucha calidad”.

Los terrenos son franco-arenosos y profundos, e incluso encontrándose a 100 km de la costa atlántica, en invierno se alcanzan con facilidad las 500 horas frío. No suelen producirse heladas después del mes de febrero, las primaveras son apacibles y el verano muy caluroso, llegando a los 40º centígrados. Ingredientes todos ellos “fundamentales” para elegir el almendro como cultivo alternativo en la zona, explica Sobral.

"Desde las primeras transformaciones a regadío en la zona, la opción más seguida por los inversores era sin lugar a dudas el olivar, aunque decidimos no entrar en ese sector por varias razones; entre ellas, constatamos que los rendimientos grasos en esta zona no son los más competitivos. Buscamos otras alternativas y encontramos algunas ventajas en los almendros, como la época de recogida en verano, que nos tranquilizaba mucho. Que fuese un producto no perecedero también fue crucial en nuestra decisión”, cuenta el director general de BdL Almond Group.

Los precios generados en la actualidad alrededor de este fruto dan la razón a la elección. Y el futuro "sigue siendo prometedor" sobre todo por el empuje de Estados Unidos, principal productor de almendra –un 80% del total mundial-. "Tenemos claro que si hay un país capaz de promover el consumo de un producto en el mundo ese es Estados Unidos. De hecho, llevamos unos 8 años con aumentos en el consumo mundial de almendras superiores al 10% anual. Vemos ciertas garantías y nos sentimos algo respaldados viajando en el mismo barco que los norteamericanos, que tienen muestras dadas de cómo promocionar y vender sus productos”, defiende Manuel Sobral.

El grupo, en números

En los últimos tres años, BdL Almond Group ha invertido más de 10 millones de euros en pergeñar su negocio. Este pasado mes de septiembre se cerró la primera campaña con una producción que superó las 100 toneladas de pepita y una facturación cercana a los 600.000 euros. “Y con esto no estamos ni al 10% de lo que pretendemos producir dentro de tres o cuatro años”, anuncia el director general.

Las buenas cifras de esta primera campaña se deben al buen año agrícola en el Baixo Alentejo, con una época de floración muy propicia y que ha facilitado mucho la polinización. Un invierno previo de frío pronunciado hizo que las brotaciones fueran explosivas. Alguna variedad con dos años ha llegado a los 750 kg de pepita por hectárea, y otras con 3 años han superado los 1.200 kg.

La cuarta generación de la saga Sobral recoge con orgullo el guante de su bisabuelo, en su día considerado el mayor productor de cereales de Portugal. Tras él, sus sucesores continuaron el largo historial de negocios agrícolas y ganaderos dedicándose a olivar, maíz, arroz, alfalfa o tomate. Incluso se vincularon a otros sectores, como la pesca y los astilleros, y dirigieron una fábrica de conservas de gran relevancia en la zona. La cría del ganado de lidia siempre ha sido, sin embargo, la faceta “más visible y pública del conjunto de actividades”, reconoce Manuel Sobral.

Hoy, la forma de trabajar “con ahínco y con pasión a partes iguales” sigue guiando a esta familia, que ve en sus 600 ha de almendros de riego una oportunidad única desde la mitad sur del país vecino.

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