16/06/2020
Según Cooperativas, la posible “aplicación de aranceles, cuotas, controles, diferentes normas sanitarias y fitosanitarias etc., puede ser una realidad en breve, con un impacto importante en las exportaciones agroalimentarias españolas hacia uno de sus principales mercados, lo que supondría un nuevo varapalo para algunos sectores afectados por el COVID-19”. Así, piden a la Unión Europea que trabaje en medidas de apoyo al sector agroalimentario “con independencia de los planes de contingencia”, ya que “la disrupción del comercio con mercado británico podría superar todas las previsiones”.
Reino Unido ha comunicado oficialmente su decisión de no solicitar la extensión del periodo transitorio. Además, tampoco acepta la propuesta de la UE de establecer cero cuotas y cero tarifas para el tránsito de bienes, ni la de una convergencia en normas medioambientales, sociales, ayudas de estado y competencia llamado Level Playing Field, que establece una competencia leal entre ambas partes, similar a la de la UE y Noruega. Reino Unido se inclina por un acuerdo comercial similar al de la UE y Canadá (Acuerdo Integral de Economía y Comercio, CETA), que para Coopertaivas tendría “consecuencias negativas en el comercio actual, en especial para el sector agroalimentario”.
Reino Unido ha informado que a partir del 1 de enero de 2021 establecerá tres fases en el control de mercancías que lleguen desde la UE, retrasando unos meses la adopción completa de controles a todos los productos importados. En la primera fase, de enero a marzo, el control será suave, a excepción de algunos productos de riesgo como alcohol y tabaco. En una segunda fase, de abril a julio, habrá controles a todos los productos de origen animal (carne, huevos, miel, productos lácteos, productos que deben tener una prenotificación de las autoridades). Y desde julio, todos los productos estarán sujetos a controles de declaración de aduanas y aranceles en el punto de importación, lo cual dependerá del acuerdo final, si se alcanzase. El Reino Unido también ha anunciado su nuevo régimen arancelario ‘posbrexit’, que entrará en vigor el 1 de enero de 2021 en caso de no acuerdo, con aranceles importantes a las principales exportaciones españolas como vino, aceite oliva, frutas y hortalizas y productos cárnicos.
En una videoconferencia celebrada recientemente entre la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Layen, el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y el primer ministro británico, Boris Johnson, se decidió acelerar las negociaciones con reuniones físicas cada semana con el compromiso de ambas partes de alcanzar un acuerdo. Incluso a pesar de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido, las relaciones comerciales cambiarán por la existencia de una frontera nueva que implicará mayores costes logísticos y burocráticos.
El Reino Unido es uno de los principales mercados para los productos agroalimentarios españoles y representa el 11% de nuestro comercio con la UE. En algunos productos, este mercado es especialmente importante: supone el 12% de nuestras exportaciones de frutas (12%), el 15% de las hortalizas, el 18% del vino el 22% del arroz, y en aceite de oliva y aceituna de mesa, España es el primer proveedor. También lo es para productos ganaderos donde, de media, el Reino Unido representa alrededor del 5% de nuestras exportaciones. “Más allá de las afectaciones directas, existe un riesgo grave de disrupción del mercado interior porque las exportaciones del resto de países de la UE que no se destinen al Reino Unido acabarían en el mercado único afectando a todos los países”, plantean desde Cooperativas.