'Hay que hacer un esfuerzo para que se constituya la interprofesional de la patata'

19/02/2019

Por José Ignacio Falces, periodista agroalimentario

Castilla y León juega un papel estratégico en la producción agroalimentaria de nuestro país, especialmente en sectores como el de la patata o la remolacha, con permiso del vinícola, las carnes o el queso. Agricultura ha charlado sobre su situación con Jesús Julio Carnero, su consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, quien también nos ha trasladado la visión de la Comunidad en temas tan importantes para el sector como la futura PAC o el relevo generacional.


AGRICULTURA. La patata es uno de los cultivos estratégicos de Castilla y León. Sin embargo, parece que se resiste la constitución de su interprofesional. ¿Puede detallarnos cómo está este tema?

JESÚS JULIO CARNERO. Desde que en el año 2016 se crea la asociación de la interprofesional de la patata, tanto los transformadores como los productores mostraron su interés en crear una interprofesional. En este momento el sector de la transformación y la distribución ya ha superado el mínimo de representatividad exigido para poderse crear, que es el 51%. Sin embargo, en el sector productor estamos en torno a un 38%. Por tanto, hay que hacer un esfuerzo y aquí lo único que puede hacer la Administración es animar al sector para que llegue a ese 51% de representatividad. Hace poco celebrábamos una jornada en Carpio en la que abordamos este tema y allí convocamos a la Mesa Regional de la Patata de Castilla y León, porque desde la Consejería consideramos positiva su creación. En primer lugar, porque Castilla y León es líder en el sector de la patata tanto en superficie de producción como, muy especialmente, en rendimiento. Los rendimientos que hay en Castilla y León son de unas 48 toneladas por hectárea, cuando a nivel nacional la media está en 33. Además, también estamos en rendimientos superiores a la media de los principales países europeos productores, como son Francia, Alemania, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda. Por tanto, tenemos que abanderar el proyecto de constitución de la interprofesional de la patata de Castilla y León como paso previo a que se constituya a nivel nacional. Y en segundo lugar, y no por ello menos importante, porque es beneficioso para el sector y, muy especialmente para los productores, tener una mesa de encuentro donde dirimir conflictos, aportar soluciones y hacer reflexionar hacia dónde debe viajar el sector. Y hacerlo de la mano de productores, transformadores y comercializadores nos parece esencial y fundamental.

Sirva como ejemplo los datos de esta última campaña, en la que nos hemos movido en una superficie cercana a 19.000 hectáreas sembradas y una producción de 932.000 toneladas. Ahí están los resultados, que reflejan lo que supone Castilla y León en el ámbito de la patata. Por tanto, tenemos que seguir liderándolo, ya que su cultivo es especialmente importante en determinadas provincias de la Comunidad.

AGR. Otro de los temas que preocupa especialmente al conjunto del sector es la negociación de la PAC. ¿Cómo se ve y cómo se está trabajando desde Castilla y León su negociación?

J. J. C. En Castilla y León tenemos una ventaja, y es que hemos adoptado una posición común en relación a la PAC entre la Administración, el sector, las organizaciones profesionales agrarias, las cooperativas y Vitartis. También desde el punto de vista político están todos los partidos del arco parlamentario y eso, sin lugar a dudas, es un respaldo importante para nuestros agricultores y ganaderos a la hora de defender la postura de Castilla y León.

Esta posición tiene unos elementos básicos. El primero es el mantenimiento de la misma financiación de la que goza la actual PAC. Esa es una línea roja que entendemos que no debe cruzarse; también entendemos que en la actual coyuntura de la UE va a haber menos aportación, porque va a haber menos Estados, y me estoy refiriendo al Brexit. Aquí abro un paréntesis para hacer una reflexión, y es que si queremos una Europa fuerte tenemos que fortalecer aquellas políticas que nos dan identidad en Europa, y si hay una política que da identidad en Europa, es la política agrícola. Por tanto, ¿qué tenemos que hacer? Conseguir que los Estados hagan una aportación suplementaria al fondo comunitario, y con eso lograremos el mantenimiento del mismo nivel de financiación para la PAC. Esta es quizá la principal línea de trabajo que tenemos consensuada y que estamos exponiendo al Ministerio.

A partir de ahí, por supuesto el mantenimiento de las ayudas asociadas a un sector tan característico como es el de la remolacha de Castilla y León. Además, nosotros apostamos por una PAC verde, sostenible, pero que tenga en cuenta que esa sostenibilidad la están aportando ya hoy agricultores y ganaderos. Por tanto, el trabajo que están realizando nuestros agricultores y ganaderos tiene que computar dentro de ese criterio de sostenibilidad en la futura PAC que va hacia los eco-esquemas. Entendemos que la ayuda directa convencional es también ayuda verde. Como entendemos que es ayuda verde y se debe considerar como tal la transformación y modernización de los regadíos. Algo importante, porque cuando estamos modernizando un regadío estamos racionalizando el uso del agua y estamos utilizando energías alternativas. Ese es un ámbito en el que estamos trabajando desde Castilla y León como posición manifestada al Ministerio.

Un gran ámbito que no tiene que ver con las ayudas directas, pero que tiene que ver la política comunitaria, es el desarrollo rural Feader. Entendemos que es el gran instrumento de lucha contra la despoblación, y por ello se debe incrementar el monto total del segundo pilar y además tiene que incrementarse la partida de la cofinanciación que corresponde a Europa.

También nos preocupa el rejuvenecimiento del sector, y así se lo hemos trasladado al Ministerio. Por ello, proponemos, entre otras cosas, la creación de un programa que permita y arbitre la sucesión en la explotación con las correspondientes ayudas. Es decir, que haya una sucesión de la explotación por edad, y que eso vaya con las correspondientes y adecuadas ayudas al respecto.

Lo más importante, y así se lo he trasladado al ministro en la carta que le he remitido tras la toma de posesión, es que necesitamos una PAC y necesitamos una PAC que sea consensuada con las comunidades autónomas.

AGR. La incorporación de jóvenes y de mujeres es uno de los grandes problemas que tiene el sector. ¿Cómo lo está abordando la Junta de Castilla y León?

J. J. C. Por un lado estamos trabajando en la incorporación de la mujer a través de la aprobación de una estrategia de emprendimiento de la mujer rural en los ámbitos agrario y agroalimentario. Nos hemos reunido con los distintos colectivos y lo que pretendemos, precisamente, es arbitrar el conjunto de acciones que permitan el emprendimiento de la mujer en el mundo rural desde el ámbito agrícola y agroalimentario por un doble motivo. En primer lugar, porque supone reconocer el papel tan importante de la mujer en el ámbito agrario. Y en segundo lugar, por algo que tiene que ver con todo lo que supone el desarrollo rural y el reto demográfico. Porque si alguien asienta población en el medio rural es la mujer. Por tanto, yo creo que en este primer trimestre del año tendremos preparada y lista dicha estrategia, que es global y que facilita precisamente la incorporación, el mantenimiento y emprendimiento de la mujer en nuestro ámbito. Esto sin perjuicio de que se sigamos con el conjunto de objetivos fundamentales, como es llegar a las 300 titularidades compartidas o los cursos de formación, por ejemplo.

Desde el punto de vista de los jóvenes, vamos a aprobar un plan de agricultura y ganadería joven. El futuro de la agricultura y la ganadería pasa necesariamente por los jóvenes, y si queremos resolver el problema del envejecimiento tenemos que recurrir a los jóvenes. ¿Cómo los atraemos? En primer lugar con una agricultura que sea atractiva para ellos; desde ese punto de vista, el atractivo tiene que estar supeditado a un conjunto de ayudas económicas, formativas y de facilidad a la hora de poder acceder a la actividad. En resumidas cuentas, luchar contra esas trabas o rémoras que están impidiendo que los jóvenes se acerquen a la agricultura, como son el acceso a la tierra, la financiación, la inestabilidad de los mercados y también, y esto es muy importante, a la corrección de la imagen del sector. Porque no hablamos claramente en positivo de lo que supone este sector, sino que solo hablamos de los aspectos negativos. Y tenemos que invertir la lectura de lo que es el sector; la agricultura y la ganadería son un modo de vida, el modo de vida más antiguo que se conoce. Lleno de honor, pero también lleno de oportunidades. Y por tanto, esto lo tenemos que poner en valor sin lugar a dudas.

Como paso previo a este plan hemos aprobado una guía se servicios que compendia el conjunto de actuaciones que viene realizando ya la Junta de Castilla y León en aras a la incorporación de los jóvenes, tanto desde un punto de vista económico, como formativo y de las acciones que estamos poniendo en marcha.

AGR. Como indicábamos antes, el remolachero es uno de los sectores estrella de Castilla y León. Sin embargo, está pasando una situación complicada. ¿Cómo se ve desde la Consejería?

J. J. C. Nuestro propósito es que se siga manteniendo el 5% de ayuda como ayuda asociada de la nueva PAC al sector. Porque, efectivamente, este es un sector estratégico en Castilla y León por partida doble. En primer lugar desde la base de la producción de remolacha, que afecta directamente al agricultor; y en segundo lugar desde el punto de vista de la transformación, es decir, de la industria azucarera. De hecho, cuatro de las ocho industrias transformadoras que hay en España están en nuestra comunidad.

Tenemos un buen año tanto desde el punto de vista de los rendimientos, como de la recolección, y yo estoy esperanzado en que tanto Azucarera como ACOR lleguen a un acuerdo importante avanzando en el acuerdo marco interprofesional. Y todo esto, compendiado con que Europa siga apoyando a la remolacha como un sector estratégico desde el punto de vista de las líneas asociadas, es lo que nos permite estar esperanzados.

AGR. Cambiando de tema, ¿qué opinión le merecen los movimientos ecologistas que están frenando la instalación de nuevas granjas en los pueblos?

J. J. C. Los mayores defensores del medio ambiente son agricultores y ganaderos, porque son ellos quienes están en el territorio. Y el territorio es solo sostenible medioambientalmente hablado si tiene vida, y solo tiene vida si hay actividad, y la actividad, en un porcentaje altísimo, la dan la agricultura y la ganadería.

Dicho lo cual, y a partir de ahí, siempre que una granja de ese tipo que se quiera instalar -con independencia del tamaño-, cumpla los requisitos normativos desde el punto de vista de impacto ambiental y de licencias de actividad, yo tengo muy claro que es una actividad lícita y que permite el desarrollo rural en ese municipio o en esa zona. Y por tanto es una cuestión de legalidad; esto no es una cuestión de oportunidad política, sino de legalidad, y lo que hay que hacer con la legalidad es respetarla, y en esto tiempos, respetar la legalidad es muy importante.

La preocupación que tiene el sector es justificada, real y justa, porque necesitamos que haya actividad. Insisto, lamejor fórmula para defender un ecosistema sostenible es manteniéndolo con actividad y la actividad, repito e insisto, siempre que cumpla con los requisitos legales, tiene que permitirse.

AGR. Para concluir, Castilla y León tiene un peso importante en las exportaciones de vino y queso. Sin embargo, estamos viendo cómo hay una serie de trabas, sobre todo por parte de EE. UU. que dificultan su comercialización. ¿Cómo se está afrontando la búsqueda de nuevos mercados?

J. J. C. En el año 2007 nos enfrentamos a una crisis económica y nos dimos cuenta de que una de las maneras de luchar contra esa crisis era abrirnos a mercados desconocidos hasta ese momento. Y empezamos a internacionalizarnos. ¿Qué está ocurriendo ahora en el inicio de esta nueva década? Es una segunda vuelta de tuerca en este tema, porque nos estamos encontrando con algo que tampoco conocemos, que es la inestabilidad del mercado. Por desgracia vamos a estar marcados por esta situación de inestabilidad durante largo tiempo. ¿Qué tenemos qué hacer? Pues abrir aún mucho más ese abanico. Si antes jugábamos con unos mercados prioritarios como podían ser Europa y EE. UU., ahora, en sectores fundamentales desde el punto de vista de la exportación, tenemos que abrirnos mucho más y, además tenemos que cambiar las estrategias de promoción, y en eso estamos trabajando con el ICE y con la Consejería de Economía y Hacienda. Estamos analizando nuevos mercados para nuestros productos y estudiando otros tipos de promoción.

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