Producción ecológica en Castilla-La Mancha: un modelo al alza

21/09/2021

Redacción

La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha es la segunda región en superficie de producción ecológica en España. Dada la importante contribución que hace este modelo de producción a una sostenibilidad económica, social y sobre todo medioambiental, la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural mantiene una apuesta clara por ella. Apoyar a los productores es clave, como también lo es de forma complementaria fomentar el consumo de los productos ecológicos producidos en esta comunidad.


Datos de producción ecológica en Castilla-La Mancha

Castilla-La Mancha es la segunda región en producción ecológica en España. La región cuenta con unos 8.000 agricultores y ganaderos comprometidos con una manera distinta de trabajar las 422.864 hectáreas de superficie agrícola inscritas en este modelo de producción. Esto supone un nada desdeñable 17,3% de la superficie nacional que convierte a esta región en la segunda comunidad autónoma con mayor superficie tras Andalucía.

Los cultivos ecológicos suponen ya el 11,4% de la región y las tres provincias que destacan por las hectáreas dedicadas a ellos son, en orden de importancia, Toledo con un 30,15% del total regional, Ciudad Real (29,23%) y Albacete (26,56%).

Los cultivos permanentes tienen peso específico, no solo por ocupar casi la mitad de la superficie cultivada (195.232 ha) sino por su liderazgo a nivel productivo, hasta el punto de situar a la comunidad castellano manchega en el
segundo puesto a nivel nacional. El olivar es el cultivo con mayor superficie, ya que las 74.153 ha que ocupa en la región suponen la tercera parte de la superficie nacional dedicada a este cultivo. Pero si por algo es bien conocida Castilla-La Mancha es por su viñedo, el más grande del mundo, tanto en convencional como en ecológico. Las 62.719 hectáreas dedicadas a la producción de uva en ecológico constituyen prácticamente la mitad del viñedo nacional (47,8%) lo que hace ser líder en este cultivo. Otra producción leñosa que está adquiriendo gran importancia en la región es la de frutos secos (entre los que destacan el pistacho y la almendra), que actualmente ocupan 57.690 ha, lo cual implica el 29,3% de la superficie española y ostentar el primer lugar en cuanto a superficie dedicada al cultivo del pistacho.

Castilla-La Mancha también es líder en cultivos herbáceos, con 161.685 ha dedicadas a ellos. Entre ellos destacan los cereales con 72.531 ha, acompañados de leguminosas, tubérculos y hortalizas.

En términos de la facturación, la producción ecológica supone un 18% del total nacional y está integrado por más de 8.600 operadores. Si miramos más allá de los productores y avanzamos en el resto de eslabones de la cadena alimentaria llegamos a los elaboradores. Paralelamente a la importancia de sus cultivos, destacan las bodegas y embotelladoras de vinos, las almazaras y envasadores de aceite y, en menor medida, las industrias dedicadas a la manipulación y envasado de hortalizas o frutos secos.

Una ganadería ecológica de menor entidad pero complementaria

Por sus características, la ganadería ecológica en general está menos implantada en el territorio, tanto a nivel nacional como en esta comunidad. Aun así, en 2020 en Castilla-La Mancha había 109 explotaciones ganaderas ecológicas. Entre ellas destacan las explotaciones de ovino, una especie criada tradicionalmente en régimen extensivo o semiextensivo, capaz de aprovechar los recursos alimenticios que ofrecen los cultivos ecológicos leñosos y herbáceos vecinos. Castilla-La Mancha es líder en ovino ecológico de leche, ocupa el segundo puesto en caprino de leche, el tercero en gallinas de puesta y el cuarto en apicultura.

El apoyo institucional, esencial

La agricultura ecológica es un tipo de producción cuyos principios básicos hacen que esté particularmente ligada al territorio. Este modelo de producción poco a poco ha ido ganando una mayor aceptación, no solo por parte de los consumidores sino también de los productores que la ven como modelo de futuro a implantar en sus explotaciones.

Para el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, la agricultura ecológica, además de ser un modelo sostenible, es un sistema de producción “que va a garantizar el futuro de nuestra tierra y nuestra gente”.

Castilla-La Mancha es la región de Europa que más apoya la producción ecológica y tiene intención de seguir haciéndolo en el futuro. En la actualidad la región destina a este fin 300 millones de euros, o lo que es lo mismo, uno de cada cinco euros públicos del Programa de Desarrollo Rural de la región se destina al sector ecológico.

El consejero ve este creciente auge del sector ecológico como un camino sin vuelta atrás. No solo es consciente de que “los consumidores demandan productos de calidad y están comprometidos con el medio ambiente y vinculados a un consumo de proximidad” sino que la Comunidad autónoma para la que trabaja está en una situación inmejorable. Además, esta apuesta por la producción ecológica está en la línea de los objetivos marcados por la Estrategia “Del Campo a la Mesa”, que se ha propuesto que para 2030 el modelo productivo ecológico se practique en el 25% de las tierras agrícolas europeas.

Aparte de los ya citados fondos del Plan de Desarrollo rural, cabe destacar que desde el Gobierno regional se ha defendido la existencia de un ecoesquema específico para la agricultura y ganadería ecológicas, en la misma línea del listado de posibles ecoesquemas que elaboró la Comisión Europea. De alguna manera el consejero se siente en deuda con “los 100.000 perceptores de la PAC de su territorio, especialmente con los aquellos que se han comprometido con la Producción Ecológica.

En caso de no lograr el objetivo de un ecoesquema específico, Martínez Arroyo quiere “que los ecoesquemas respondan a los intereses de los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha” y que al menos haya uno “válido para que cada agricultor y ganadero puedan percibir ayudas” por su aportación a una agricultura más sostenible.

La promoción alimentaria, un impulso complementario

A pesar del gran crecimiento de este sector en los últimos años, se han identificado una serie de debilidades que hacían necesario definir una estrategia de actuación para los próximos años. Así, la “Estrategia de potenciación del sector de la producción ecológica en Castilla-La Mancha 2019-2023” aborda las líneas a seguir en el próximo quinquenio, articuladas en seis ejes de trabajo contemplan las medidas necesarias para la vertebración del sector. Estas medidas además de abordar la producción primaria, se ocupan también de la transformación y comercialización, fundamentales para conseguir mayor desarrollo del sector y un mayor valor añadido. Precisamente con la idea de apoyar este tipo de alimentos, el Gobierno regional lleva varios años recurriendo a diversas vías para darlos a conocer y fomentar su consumo entre la población.

Entre ellas cabe citar sencillas medidas administrativas como otorgar prioridad a las ofertas que incluyan en el menú productos ecológicos producidos en Castilla-La Mancha en los concursos de adjudicación de servicios de comedor en colegios u hospitales. Se está trabajando con otras consejerías, como la de Bienestar Social, para llevar esta iniciativa a otros servicios.

Sin embargo, la inclusión de los productos ecológicos en diversas iniciativas de promoción gastronómica ha supuesto un paso de mayor calado. En este sentido cabe resaltar la incorporación en el año 2018 de la categoría “Mejor empresa ecológica” a los premios Gran Selección, ya que con esta acción se afianza el mensaje de que los alimentos producidos siguiendo los principios de la agricultura o ganadería ecológicas son dignos merecedores de distinción por aunar una excelente calidad con su origen castellano-manchego.

Otra interesante iniciativa de la que se benefician indirectamente los distintos operadores de producción ecológica es la creación de la marca ‘Campo y Alma’. Esta marca agrupa a los productos de calidad diferenciada, es decir, las denominaciones de origen y las indicaciones geográficas protegidas. Para facilitar el consumo de unos alimentos que a menudo tienen difícil la llegada a los canales convencionales, se ha puesto en marcha un “Marketplace” (mercado online) que ofrece al consumidor productos ecológicos, productos con DOP/IGP y productos de venta directa en todos los casos originarios de Castilla-La Mancha. De esta manera, al formar parte de la misma oferta, de alguna manera se consigue que vayan entrando en el día a día de los consumidores.

La apuesta de la Consejería por dotar de un marco regulatorio que permita la venta directa beneficia a los pequeños productores, entre ellos y de manera especial a los ecológicos, dada la gran vinculación con el territorio que les caracteriza. Así, tras la aprobación del Decreto 71/2020, que regula la venta directa de productos ligados a la explotación agraria en Castilla-La Mancha, es posible vender en las explotaciones tanto productos primarios como transformados.

Se establecen determinadas limitaciones de producto y cantidad por productor al año, precisamente para promocionar a los pequeños productores con pequeñas cosechas. El objetivo es dotar de un cauce de comercialización más directo a aquellos consumidores que además de apreciar los productos de calidad y cercanía, están dispuestos a apoyar con su consumo al desarrollo del entorno rural. Con esta iniciativa el Gobierno regional espera contribuir a generar renta y valor añadido a las explotaciones agrarias así como dotar de un atractivo adicional a nuevas formas de turismo de interior.

 

Como muestra de apoyo a las empresas de producción ecológica, Castilla-La Mancha ha participado por primera vez con stand propio en la segunda edición de Organic Food Iberia, una feria profesional de referencia en el ámbito de la producción ecológica.

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