28/11/2019
En este informe la organización analiza los cambios estructurales que están afectando al modelo de producción agrícola y ganadera en España, con el foco en cuatro subsectores que representan distintos estadios de su evolución, y pone de relieve los efectos que el nuevo orden económico mundial y en particular la entrada de grandes corporaciones y fondos inversores puede llegar a tener en el paradigma económico y laboral del sector agrario. “Si el nuevo modelo de oligopolios empresariales se impone en el sector, España camina hacia una agricultura sin agricultores”, advirtió el secretario general de COAG, Miguel Blanco, durante la presentación.
Esta uberización “se está produciendo ya ahora y corre el riesgo de extenderse”, señaló Blanco, y en este sentido, “el mayor riesgo se centra en torno a los 350.000 agricultores más profesionalizados”. Los oligopolios “están convirtiendo a los agricultores en maquileros uberizados”, y a, a diferencia de la agricultura familiar y las pymes del agro, estos grandes inversores “no crean tejido social ni mantienen población en el medio rural”, apuntó.
Los encargados de presentar resultados concretos del estudio elaborado por los Servicios Técnicos de COAG fueron la responsable técnica del Departamento de Ganadería de la Coordinadora, Iria Costela, y el responsable técnico del Departamento de Economía Agraria, Álvaro Areta. En concreto, Iria Costela repasó las cifras del proceso de reestructuración que ha experimentado el sector lácteo en los últimos años, marcado por una significativa reducción de explotaciones, que han pasado de 54.000 en el año 2000 a algo más de 13.000 en 2019, al tiempo que ha ido aumentando el número de animales por explotación. “Más que de reestructuración podemos hablar ya de un proceso de concentración, y eso nos preocupa”.
Asimismo, expuso el caso analizado de las uvas de mesa, un sector en el que “este proceso de reestructuración ya se ha producido y partimos de una situación de concentración muy fuerte”. En concreto esta concentración se localiza en Murcia, que representa actualmente “el 66% de toneladas producidas en España y el 68% de las exportadas” y la comercialización la realizan “básicamente tres empresas”.
En este sentido, Iria Costela señaló que el hecho de que un pequeño número de grandes corporaciones empresariales acaparen la concentración de la producción y la comercialización entraña una serie de riesgos, principalmente, la deslocalización de la producción, la entrada de fondos de inversión y capital riesgo, y que se genere un modelo de integración con agricultores proveedores/empleados, en lugar de agricultores autónomos. “Esto es lo que nos alarma y lo que nos hace hablar de una uberización”, incidió, “es un modelo en el que el agricultor es dueño de la tierra pero no toma las decisiones de lo que ocurre en ella”.
Por ello, la Coordinadora llama a trabajar para poner las medidas necesarias para frenar esta tendencia y defender un modelo de agricultura social y profesional.