10/05/2022
Bajo el título “Empieza la cuenta atrás. Impactos del cambio climático en la agricultura española”, el responsable del Departamento de Riesgos Agrarios de COAG y autor del estudio, Pablo Resco, ha presentado los resultados más relevantes de sus años de investigación en torno a la literatura científica ligada a los efectos en el campo español del calentamiento del planeta, que ya son visibles.
Se prevé que la temperatura media global aumente entre 1,5 y 2ºC para mediados de siglo, de acuerdo con los dos escenarios climáticos futuros, y el sector agroalimentario sería de los más perjudicados por su elevada dependencia del clima.
En este sentido, en las conclusiones del estudio se resalta que una subida media de temperaturas de 1,5ºC se traduciría en una bajada apreciable de los rendimientos y de la calidad de la producción. Se podría llegar a perder más de un 10% de la superficie más apta para los vinos de calidad en toda España y un 80% de la superficie de variedades de olivo como hojiblanca o manzanilla en Andalucía; también podría llegar a bajar en torno al 8% de los rendimientos del trigo en nuestro país.
Con un incremento de 2°C podrían peligrar las dehesas de encina en la parte occidental de Andalucía o Extremadura; podría llegar a descender más de un 15% el rendimiento de cereales como el trigo en algunas regiones; la superficie de viñedo de alta calidad podría reducirse en un 20%; y en el caso del olivar, únicamente la variedad picual podría mantener los rendimientos en secano en las zonas interiores de cultivo.
Asimismo, el estudio estima que las mayores pérdidas irían asociadas al incremento del estrés hídrico en los cultivos debido al aumento de la evapotranspiración, por el aumento de las temperaturas, y al descenso de las precipitaciones. Los daños se podrían incrementar aún más por la mayor incidencia de plagas y enfermedades, que en el caso del trigo podría llegar a aumentar en un 60% las pérdidas actuales con un incremento de 2°C.
El autor del estudio, Pablo Resco, ha subrayado que, “aunque existen medidas de adaptación que podrían amortiguar parte del impacto, éstas tienen una capacidad limitada que podría verse sobrepasada si no hay una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y en todos los sectores”.