Cítricos valencianos, una experiencia mágica para los sentidos

25/05/2023

Por Blanca Cortés, periodista agroalimentaria

Un aroma embriagador y un sabor jugoso que combina a la perfección dulzura y acidez hacen de los cítricos valencianos un auténtico lujo para el paladar que dispara los cincos sentidos y evoca el color y paisaje de la Comunitat Valenciana, una tierra única y especial que tiene en sus cítricos su mejor tarjeta de presentación.


Los cítricos valencianos son algo más que cítricos, por la calidad de las naranjas, mandarinas y limones cultivados en las provincias de Alicante, Castellón y Valencia, donde los agricultores preservan una forma de cultivar arraigada en la Comunitat Valenciana y transmitida de padres a hijos generación tras generación.

Este legado de tradición se puede saborear en los cítricos valencianos y se puede sentir en el paisaje único de las tierras valencianas, que son inmejorables para estos cultivos y que han desarrollado un sector agroalimentario comprometido y sostenible para ofrecer al consumidor la calidad superior asociada a estos productos.

Esa calidad reside en el carácter específico de los cítricos valencianos, por su sabor único debido también a factores como la climatología y el suelo, que hacen que las naranjas, mandarinas y limones de la Comunitat Valenciana sean los más dulces y aromáticos. En la naranja y en la mandarina sus características diferenciales se aprecian en la relación armoniosa entre lo ácido y lo dulce en su sabor, así como en la jugosidad, en el aroma y en el color, que es de un naranja muy intenso. En el caso del limón valenciano, la pulpa tiene un excelente contenido en zumo de elevada acidez, su color es un amarillo muy intenso y su fragancia es realmente extraordinaria.

Por eso, saborear un cítrico valenciano es disfrutar de un aroma y un color particulares en calidad, origen y tradición, de la belleza de los campos de la Comunitat Valenciana y del buen hacer de sus agricultores, convirtiéndola en la región, de todas las citrícolas del mundo, donde este cultivo tiene una tradición más arraigada, ya que conforma la identidad del pueblo valenciano.

El entorno en el que se practica el cultivo de la naranja, mandarina y limón en la Comunitat Valenciana confiere a estos cítricos unas señas de personalidad bastante significativas y diferenciadoras de las procedentes de otros entornos.

Ninguna otra zona productora puede presentar tal número de variedades con sus colores auténticos, con sus aromas y fragancias constantemente presentes, lo que ha creado un importante vínculo, identidad y prestigio.

El origen y la singularidad de los cítricos valencianos están ligados a un territorio único donde confluyen factores geográficos, económicos, políticos, sociales, históricos y climáticos, cristalizados en el saber hacer de muchas generaciones. Un patrimonio de buen trato a materias primas y productos arraigados en distintas zonas de la Comunitat Valenciana y que engloba una forma de producir alimentos respetando los ciclos naturales del sistema agrario y agroalimentario.

Liderazgo y prestigio

La calidad de los cítricos valencianos es más que conocida. También el esfuerzo y mimo que los agricultores valencianos ponen en su cultivo, con un perfecto conocimiento del mismo y un alto nivel técnico.

Todo ello sin olvidar la labor que realizan de protección del medio ambiente, aportando así a la sociedad algo más que alimentos de calidad.

Además, configuran el paisaje valenciano por excelencia, puesto que no existe imagen más recurrente ni más asociada a la Comunitat Valenciana que la de los naranjos cargados de fruta, cubriendo calles, huertas y grandes extensiones de terreno y con el aroma a azahar embriagando nuestros sentidos.

De esta forma, la Comunitat Valenciana puede presumir actualmente de liderazgo y prestigio como productora de los mejores cítricos del mundo. Son productos de calidad diferenciada y ligados al territorio, cuyo consumo implica una alimentación saludable y sostenible a base de productos de proximidad y temporada que contribuyen a consolidar el tejido empresarial asociado a los cítricos valencianos.

No en vano, la huerta valenciana cultiva el 2% de los cítricos en el mundo y concentra el 14% de la exportación global. Además, la zona de producción amparada bajo la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cítricos Valencianos supera anualmente la cifra de 21.000 toneladas, correspondiendo a las naranjas (66%) la producción mayoritaria.

Cítricos con sello valenciano

Esa IGP garantiza el origen y la trazabilidad, amparando unos cítricos valencianos que poseen unas cualidades determinadas y diferenciadoras, asociadas además a una cuidada forma de producción en una zona geográfica muy concreta, lo que hace que puedan presumir de una reputación inigualable en el mercado.

La IGP dota de calidad a un producto ya de calidad como son los cítricos valencianos, dando mayor confianza al consumidor. Así, lleva a cabo una importante labor de certificación de origen, garantizando la trazabilidad desde el campo hasta la mesa y la calidad diferenciada de las naranjas, mandarinas y limones producidos en la Comunitat Valenciana.

Promocionar esa calidad única es otra de las funciones de esta IGP, que da notoriedad en el mercado a los cítricos valencianos, teniendo en cuenta que el 34,5% de las naranjas y el 51,7% de las mandarinas se comercializan en el marco de la Unión Europea, siendo el primer exportador de mandarinas del mundo.

Y es que el hecho de que los cítricos valencianos sean productos con un valor diferenciado supone una importante ventaja competitiva en los mercados, tanto nacional como europeo, donde gozan de gran reputación. No en vano, ninguna otra región productora como la Comunitat Valenciana puede ofrecer al mercado, durante 10 meses al año, un total de 27 variedades de mandarinas, 17 de naranjas y 3 de limones.

Esa capacidad de mantener una oferta regular y diversa a lo largo de todo el año en unos mercados cada vez más exigentes y competitivos es una de las grandes fortalezas del sistema agroalimentario de la Comunitat Valenciana, junto a la calidad de sus productos. De ahí que la promoción de los mismos adquiera una especial relevancia, no sólo a nivel económico, sino también por su papel como instrumento para el desarrollo rural y de preservación y valorización de su patrimonio y tradiciones.

Es lo que pretende el distintivo Molt de Gust, un sello de excelencia para impulsar la promoción, el posicionamiento comercial y el consumo de los productos de calidad diferenciada y ecológicos de la Comunitat Valenciana, que cuenta actualmente con 24 figuras de calidad reconocidas por la Unión Europea. De este modo, es una de las comunidades con más productos de calidad diferenciada reconocidos, lo que pone en valor la variedad y diversidad de un territorio que constituye la mayor y mejor despensa de Europa.

 

UN SABOR ÚNICO

Los cítricos valencianos presumen de un sabor, una jugosidad y un aroma únicos. Unas características especiales y diferenciadoras que se deben a las condiciones que reúne la Comunitat Valenciana para este tipo de cultivos, por su clima, suelo y agua.

Las temperaturas cálidas durante el día y suaves por la noche son las que dan un color más vivo a la fruta y, sobre todo, sabor. Ese diferencial de calor entre el día y la noche es lo que hace singulares a los cítricos valencianos en contenidos de azúcares, en sabor y gran cantidad de zumo, y hace que la Comunitat Valenciana sea tradicionalmente un área citrícola por excelencia.

Tanto es así que el cultivo de los cítricos se extiende a sus tres provincias, que ofrecen al consumidor un producto de calidad durante prácticamente todo el año.

Esto es posible porque, aunque tradicionalmente las zonas productoras se localizaban en los litorales y en los valles de los ríos por el riesgo de heladas en las zonas de interior, actualmente y debido a que las condiciones climatológicas han variado, las zonas de interior se han convertido también en lugares idóneos para el cultivo de los cítricos debido fundamentalmente a que los inviernos son suaves y los veranos no muy cálidos.

La Ribera del Xúquer, la Safor, la Vega del Segura, el Camp de Turia o la Plana de Castelló son algunas zonas que destacan por ese cultivo de cítricos valencianos, que son algo más que cítricos, ya que mantienen y preservan el legado de una tradición y de una forma de cultivar transmitida por los agricultores de la Comunitat Valenciana de padres a hijos.

LA MARCA MOLT DE GUST SERÁ VISIBLE EN 260 SUPERMERCADOS DE TODA ESPAÑA

La marca de promoción de productos de calidad diferenciada Molt de Gust amplía su área de influencia a 165 puntos de venta de la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura, que ofrecerán en sus lineales productos valencianos con el logotipo de Molt de Gust y que se suman así a los 95 establecimientos Carrefour de la Comunitat Valenciana en los que ya está presente actualmente.

Gracias a la colaboración con la IGP Cítricos Valencianos, el distintivo del corazón será visible en las naranjas, mandarinas y limones de la Comunitat Valenciana que se comercializan en los supermercados del Grupo Carrefour, compartiendo espacio en las etiquetas con el propio sello de calidad de la IGP y la marca de promoción Naranja Valenciana.

Además de esta iniciativa a nivel nacional, los consumidores de la zona de Levante también tendrán la oportunidad de adquirir productos Molt de Gust en las islas dedicadas a la marca que se ubican en los establecimientos Carrefour de la Comunitat Valenciana. En dichos lineales, se pueden encontrar productos valencianos de calidad diferenciada como el Arroz D.O. de Valencia, la Horchata de Chufa de Valencia, los Vinos DOP de Alicante, Utiel Requena y la IGP Castelló y productos de temporada como los Nísperos de Callosa d’en Sarrià y las Cerezas de la Montaña de Alicante.

Editorial Agrícola Conocer la agricultura y la ganadería Libros Agrigultura Ganadería Más que máquinas WEB TV