27/04/2020
Además, según el presidente del Consejo Sectorial del Vino de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, José Espina Rosado, debe seguir invirtiéndose en la promoción para fomentar el consumo interno.
Gran parte de la campaña de comercialización de las cooperativas vitivinícolas andaluzas, concentradas principalmente en las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva, se ha visto perjudicada por la clausura de la actividad hostelera debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Los mercados internacionales tampoco pueden dar cabida a la producción andaluza, al encontrarse también paralizados. La meteorología, favorable al viñedo y con unas previsiones muy buenas de cosecha, solo puede agravar la situación.
Por ello, el consumo doméstico se ha convertido en la tabla de salvación del sector. “La gran distribución ha aumentado sus pedidos, la venta online también se ha doblado en algunos casos y los consumidores están apostando por los vinos locales”, resume Espina Rosado. Por este mismo motivo, las cooperativas vitivinícolas andaluzas insisten en que una vez se recobre cierta normalidad es necesario reforzar las campañas de promoción de vino nacional y conseguir revertir los datos del consumo per cápita.
El sector cooperativo del vino copa el 50% de la producción andaluza; sin embargo, la facturación de las cooperativas vitivinícolas apenas supone un 20% del total de la región. Por ello, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía se apuesta por aprovechar esta situación como una oportunidad y, una vez se levante el confinamiento, trabajará en un plan estratégico para impulsar la comercialización directa, equilibrar el peso del vino andaluz cooperativizado en la facturación total del sector de la comunidad autónoma y que el valor añadido de la producción se quede en las cooperativas.