21/06/2019
Por ello, la organización cooperativa ha hecho un llamamiento para que el acuerdo sea equilibrado, de modo que las importaciones de dichos países cumplan con el modelo productivo de la UE, y el sector agrario no se convierta en moneda de cambio en favor de otros intereses económicos.
A día de hoy, la balanza comercial de la UE con Mercosur es positiva, con más exportaciones que importaciones, hasta un saldo favorable en 2018 de 3.000 millones de euros. Además, la UE exporta más de 22.000 millones de € en servicios, y sus inversiones han pasado de 130.200 millones de euros en el año 2000 a 381.000 millones en 2017, un aumento de casi el 200%. Sin embargo, los miembros de Mercosur son una potencia productiva y exportadora agraria mundial. A la UE exportan productos agroalimentarios por valor de 18.200 millones de euros y solamente importan unos 2.200 millones de euros; existe, por tanto, un déficit comercial agrario de 16.000 millones de euros.
Y precisamente este sector, el agrario, es clave para llevar a término el acuerdo comercial con Mercosur, y muchos productos europeos, especialmente los españoles, pueden resultar damnificados si aumentan las concesiones que ya tienen dichos países. Actualmente, Brasil y Argentina ocupan el segundo y quinto puesto, respectivamente, como exportadores agrarios al mercado europeo, y un mayor acceso para ellos supondría sacrificar al sector agrario europeo en beneficio de otros sectores económicos, alerta Cooperativas Agro-alimentarias, que pone ejemplos concretos. Entre ellos, que en la carne de vacuno se baraja un aumento de la cuota de importación a la UE de unas 99.000 toneladas; en carne de ave a 200.000 toneladas; en arroz a 80.000 toneladas; en azúcar 100.000 toneladas; y también habría una oferta de la Comisión Europea de liberalización total en el zumo de naranja. Esta última decisión supondría un varapalo para el sector de cítricos, ya presionado por las importaciones de Sudáfrica y Egipto.
Por otro lado, a Cooperativas Agro-alimentarias de España también le preocupan las condiciones sanitarias y fitosanitarias y el control de las producciones procedentes de estos países, cuyas exigencias son menos estrictas en materia medioambiental, laboral, sanitaria y fitosanitaria, permitiéndose sustancias a nivel productivo que en la UE están prohibidas. Asimismo, la organización también considera necesario que en las negociaciones con Mercosur se propicie el acceso de algunos productos necesarios agrarios con potencial exportador, como el vino, el aceite de oliva, y algunas frutas y hortalizas frescas, eliminando las actuales barreras de exportación y mejorando la aceptación de la “Entidad Única Europea” por parte de dicho bloque comercial. De este modo, se evitaría que los países de destino pudiesen imponer protocolos de exportación diferenciados por país y producto lo que, de facto, implicaría anular el acuerdo firmado y eliminar su reciprocidad.
Las inquietudes del sector agrario han sido trasladadas por los presidentes de la República de Irlanda, Francia, Bélgica y Polonia al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, en la Cumbre de la UE que se ha celebrado en los últimos días en Bruselas.