Sostenibilidad en el sector agroalimentario. Sin cooperativas, nada

Por Carmen Egea, periodista

Las cooperativas agroalimentarias se enfrentan a grandes retos a nivel nacional y europeo: autosuficiencia energética, producción de productos saludables y de calidad, desarrollo rural y fijación de la población. Lograr una sostenibilidad real, económica, social y medioambiental, unido a la vocación de servicio a sus socios, las dibuja en el escenario actual y futuro, como los grandes motores y protagonistas del cambio. Generadoras de empleo, riqueza, agentes activos en la innovación y en el progreso del sector primario. Va en su ADN el ser capaces de proyectar una nueva visión y una manera de trabajar con el horizonte y el objetivo de alcanzar esa sostenibilidad necesaria y vital.

Es una tendencia al alza y una necesidad: el producir más con menos. Los recursos son los que son y es mayor y creciente la demanda de alimentossaludables y de calidad por parte de la sociedad. Lograrlo, depende de ser capaces de formar un engranaje entre esas necesidades y las capacidades y agentes implicados, así como el respeto a nuestro planeta, su suelo y su preservación. Las cooperativas agroalimentarias son conscientes de la necesidad de una sostenibilidad real económica y social, pero también medioambiental, y este se ha convertido en uno de sus objetivos principales.

El sector cooperativista en España, engloba un total de 3.699 empresas cooperativas agrarias, integradas por más de un millón de socias y socios, que proporcionan empleo a más de 100.000 trabajadores directos, la mayor parte de ellos en el medio rural. Esto convierte a este tipo de empresas en auténtico motor económico, social y cultural en las zonas rurales y menos pobladas de nuestro país. En 2020, facturaron más de 30,5 millones de euros, según los datos del Observatorio Socioeconómico del Cooperativismo Agroalimentario Español (OSCAE).