06/02/2018
En una reunión con las Organizaciones Profesionales Agrarias y Cooperativas Agroalimentarias, el subsecretario de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Jaime Haddad, ha presentado los resultados de las medidas adoptadas hasta este momento para hacer frente a la sequía en 2017 y las líneas previstas de trabajo para 2018. En ella también se abordó el impacto de las últimas lluvias y nevadas que, en cierta manera, han beneficiado al campo. Además, el deshielo seguirá aportando agua a los embalses.
Aunque este año ha comenzado con mejores perspectivas para los agricultores y ganaderos, los regantes son conscientes de que sufrirán restricciones de agua a lo largo del que será el tercer año consecutivo de sequía. Las últimas precipitaciones han permitido pasar de un déficit de 44,9% al 35,5% y se espera que sean especialmente favorables para el cultivo de cereal. No obstante, Haddad insistió en mantener la alerta porque aun se pueden plantear todos los escenarios posibles.
En el año hidrológico en curso, las precipitaciones acumuladas desde el 1 de octubre hasta el 31 de diciembre fueron un 43% inferior a los valores normales de este periodo. En lo que se refiere a años naturales (enero-diciembre), el 2017 se ha cerrado como el segundo más seco desde 1965. Y hay que tener en cuenta que algunas zonas de España afrontan el quinto año consecutivo de sequía.
En este caso, la escasez de agua ha influido en las decisiones de siembra de los agricultores, que han optado por sembrar más cultivos de secano o cereal de invierno, que necesitan menos agua. Otros han optado por confiar en los seguros agrarios.
De cara a 2018, el Gobierno también tiene previsto presentar un plan para modernizar 800.000 ha de regadío vinculado a los trabajos para un “pacto nacional del agua”, ya que la agricultura supone un 65% del consumo de los recursos hídricos.
Según el MAPAMA, el capital asegurado en el año 2017 ha superado la cifra de 13.600 M€, lo que supone un 8% más que el alcanzado en el año anterior, y que a su vez ya fue record histórico.
En el conjunto de todas las líneas de seguro contempladas en el Plan de Seguros Agrarios para el año 2017, se observa un aumento, respecto al Plan anterior, de la superficie asegurada en un 40%, de la producción asegurada un 22% y del número de pólizas en un 9%. Estas cifras, según Haddad, denotan la confianza depositada por los agricultores en el seguro agrario como herramienta de gestión del riesgo.
El volumen de indemnizaciones totales recibidas a través del seguro agrario en el año 2017 ha superado los 711 M€ para el conjunto de riesgos y líneas de seguros, de los cuales 229 M€ fueron para paliar los daños provocados en los cultivos herbáceos extensivos y 74 M€ para paliar los daños provocados principalmente por las heladas en uva de vinificación.