Clara Aguilera: "El éxito de 'De la granja a la mesa' dependerá de unas propuestas legislativas que equilibren la sostenibilidad económica y social con la medioambiental

Por Manel González

El Parlamento Europeo dio luz verde a la estrategia 'De la granja a la mesa' tras una votación, el pasado mes de octubre, que culminó con 452 votos a favor, 170 en contra y 76 abstenciones. La eurodiputada Clara Aguilera, del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, traslada a Agricultura los motivos del apoyo de los suyos al texto.

AGRICULTURA.- ¿Qué razones esgrimen desde su grupo para explicar su ‘sí’ a la aprobación de la estrategia ‘De la granja a la mesa’?

CLARA AGUILERA.- El informe del Parlamento Europeo sobre la estrategia ‘De la granja a la mesa’ confirma la iniciativa de la Comisión para desarrollar un sistema alimentario sostenible, desde la producción hasta el consumo. Un sistema justo, saludable y respetuoso con el medioambiente, como parte integrante del Pacto Verde Europeo.

Mi grupo apoya dicha orientación, pero con toda una serie de correcciones y/o aclaraciones que la Comisión Europea deberá recoger cuando presente los respectivos textos legislativos en desarrollo de esta estrategia. El PE reclama, con el apoyo de mi grupo, estudios de impacto acumulativo de las diferentes medidas que finalmente deriven, para conocer bien el alcance de cada medida, cómo se facilitará su aplicación y qué consecuencias pueden derivarse de las mismas. La digitalización, la innovación y la ciencia deben ponerse al servicio del sector primario, así lo estamos solicitando desde el grupo socialista para facilitar alternativas sostenibles y accesibles que apoyen a nuestros agricultores y ganaderos como actores destacados de esta transición, como refleja el texto aprobado.

El resto de la cadena alimentaria, el transporte, la distribución, la información a los consumidores, la reducción del desperdicio de alimentos, la política comercial de la UE también se analiza en el texto como parte fundamental de este cambio cuyo éxito dependerá de unas propuestas legislativas que equilibren la sostenibilidad económica y social con la medioambiental. Las razones son diversas.

AGR.- ¿Qué objetivos concretos planteados en esta estrategia por la Comisión Europea considera más difíciles de asumir por el agricultor español y por qué?

C. A.- Es en la ‘granja’ donde la estrategia dispone de la ‘palanca’ de la PAC y propone cambios de calado mientras que, en el resto de la cadena alimentaria, en la ’mesa’, no siempre es tan fácil traducir porcentajes o medidas en cuestiones de obligado cumplimiento, especialmente cuando la decisión queda en manos de un consumidor que no siempre está dispuesto, o simplemente no puede, pagar un precio más alto por el bienestar animal o la defensa del medio ambiente.

Los objetivos de reducción de insumos y antimicrobianos, los que finalmente se impongan tras los estudios de impacto, son los que a primera vista pueden plantear dificultades si no se contabilizan los progresos ya realizados, que los hay, y no van acompañados de alternativas asequibles y efectivas para los agricultores.

AGR.- ¿En qué puntos considera que acierta ‘De la granja a la mesa’?

C. A.- A mi juicio, el mayor acierto de la estrategia ‘De la granja a la mesa’ radica en su alcance transversal englobando a toda la cadena alimentaria desde el productor hasta el consumidor, pasando por los distintos eslabones de la misma. Quiero hacer hincapié en que esto no es solo una cuestión de agricultores, ganaderos y pescadores. Se trata de una propuesta mucho más amplia, aunque de ella solo se conozcan los famosos porcentajes de reducción que, por otra parte, falta saber en qué nivel se situarán cuando se realicen los respectivos estudios de impacto.

AGR.- ¿Tendremos una agricultura fuerte, sostenible y rentable en España en 2030?

C. A.- Personalmente, espero y creo que sí, porque confío plenamente en la capacidad de adaptación y en el buen hacer de nuestros agricultores y ganaderos. Deberán afrontar, como el resto de sectores económicos, los retos que plantea la urgencia climática en la que nos encontramos, apoyándose en la innovación para saber producir más con menos y, sobre todo, mantener la rentabilidad y competitividad de sus explotaciones. Para que lo hagan convenientemente, para apoyarlos, los responsables políticos debemos hablarles de frente y con franqueza aportando soluciones que les ayuden a realizar su parte de transición y no confundiéndolos con oposiciones estériles que les harán perder un tiempo precioso.