25/04/2017
España, gigante en la producción de alimentación ecológica, pero un pigmeo en el consumo.
Una afirmación que era válida hasta hace poco, pero que las últimas iniciativas de la distribución organizada parecen poner (afortunadamente) en entredicho.
En los últimos meses, cadenas de supermercados e hipermercados han lanzado ambiciosas iniciativas centradas en la alimentación ecológica.
Todo indica que el consumidor español ha descubierto los alimentos ecológicos, que han venido para quedarse en nuestras cocinas.
Artículo escrito por Por Antonio Martínez ~ Periodista agroalimentario
Antonio Chamorro, profesor de Marketing e Investigación de Mercado de la Universidad de Extremadura, especializado en marketing ecológico o marketing socialmente responsable, es de los que piensa que esa falta de sintonía explica, en buena medida, el escaso desarrollo del mercado de estos alimentos en España: “Junto al precio, la dificultad para encontrarlos en los establecimientos de compra habituales era la principal barrera que alegan los consumidores para no comprar este tipo de productos”.
En febrero, El Corte Inglés anunció la apertura de un espacio específico para la alimentación ecológica en 19 de sus supermercados repartidos por todo el país. Con el nombre de La Biosfera, contará con más de 1.500 referencias, entre ellas las que la propia cadena comercializará con la marca El Corte Inglés Bio. La empresa ha anunciado que, en una segunda fase, ese espacio llegará a más supermercados e hipermercados de la marca.
Mientras, un gigante de la distribución mundial, como es Carrefour, presumía en la feria BioCultura, en Sevilla, de sus 140 alimentos de la marca Carrefour Bio, y de las más de 1.000 referencias de alimentos ecológicos que los clientes pueden encontrar en sus centros.
En Canarias, la cadena de supermercados Spar, ha puesto en marcha un establecimiento dedicado en exclusiva a estos productos bajo la enseña Spar Natural.
Tres ejemplos que nos hablan a las claras de un cambio de tendencia en la relación a la distribución de los alimentos ecológicos en nuestro país. Una relación, que hasta no hace mucho, ha sido distante.
Crecen las ventas
Las estadísticas confirman que algo está cambiando y que lo hace deprisa.
Según el estudio “Caracterización del sector de la producción ecológica en términos de valor y mercado, referida al año 2015”, publicado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el consumo de alimentos ecológicos sumó 965 millones de euros en el año 2011, lo que supuso el 0,96% sobre el total de la alimentación, o lo que era lo mismo, 20,61 euros por habitante y año. 2015 se cerró con un gasto total de 1.489 millones de euros, el 1,51% del total de la alimentación, y 32,26 euros por habitante.
Un salto notable, más si tenemos en cuenta que este crecimiento se produjo en años de contracción del consumo de alimentos en nuestro país. Un crecimiento que Álvaro Barrera, presidente de la Asociación Valor Ecológico Ecovalia achaca a la incorporación de nuevos consumidores: “Los ajenos a este sector. Personas que venían del consumo tradicional, que han empezado con el aceite, han seguido por los huevos, las frutas, etc”. A los alimentos ecológicos les va bien.
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