26/12/2016
Por Rubén Villanueva Díaz-Parreño ~ Periodista agroalimentario
La mayor compañía telefónica del mundo, Whatsapp, no tiene infraestructuras de telecomunicaciones, pero envía 35.000 millones de mensajes al día. Uber, la principal empresa de taxis a escala mundial, no tiene ningún coche en propiedad. ¿En 2050, no hará falta poseer tierras, fábricas de envasado o grandes superfi cies comerciales para influir decisivamente en el modelo de negocio de la cadena de valor agroalimentaria? Expertos y agentes del sector muestran sus dudas, pero coinciden en afi rmar que para alimentar a 9.000 millones de personas el desarrollo de la inteligencia artificial, la biotecnología y la nanotecnología serán decisivas. Producir más y mejor con menos recursos es ya una realidad que permite el Big Data. En un futuro marcado por la revolución digital y el cambio climático, cooperación, innovación y comunicación se antojan imprescindibles para desarrollar cadenas de valor sostenibles del campo a la mesa.
"El desarrollo de sistemas de inteligencia artificial y la aplicación de la tecnología Big Data al sector agrario pueden suponer un incremento significativo de los rendimientos por hectáreas"
Según la RAE, un algoritmo es “un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema”. En las próximas décadas tendremos que producir más alimentos con la misma extensión de tierra. Los expertos señalan que el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial y la aplicación de la tecnología Big Data al sector agrario pueden suponer un incremento significativo de los rendimientos por hectárea, reduciendo al mismo tiempo el consumo de agua, fertilizantes y fitosanitarios y el desperdicio de alimentos. El sector agroalimentario no será ajeno a las grandes transformaciones de la nueva economía digital donde los algoritmos tendrán la capacidad de convertir datos en alimentos sostenibles.