Seguros agrarios... o cuando un restaurante ahorra en calidad del café

30/01/2016

Ya han pasado las fechas navideñas, momento de celebraciones familiares en las que la comida tiene un papel destacado y, una vez más, recurro a estos hechos del día a día para encontrar ejemplos que pueden ayudarnos a gestionar adecuadamente nuestras explotaciones.

Por ello este editorial une temas que “a priori” tienen poco que ver, como son los restaurantes de calidad y los costes de nuestras explotaciones. Y, como veremos, la relación existe y es importante. Situémonos en ese restaurante de un cierto nivel en el que en fechas navideñas acudimos con familia o amigos y en el que nos estamos gastando 50 ó 60 euros por persona, un restaurante cualquiera que nos han recomendado por el alto nivel de sus platos.

La comida se desarrolla perfectamente, nos damos cuenta que la decoración está cuidada, la atención de los camareros es excelente y los platos del menú tiene materias primas frescas en cantidad y de calidad... pero...

¿Os ha ocurrido alguna vez que en ese restaurante en el que habéis comido como reyes, al acabar el menú os sirvan un café imbebible?

¿O que el pan con el que habéis acompañado la comida se queda entero porque solo es un trozo correoso de algo que en su momento fue trigo?

Al salir por la puerta seguramente comentaréis que es una pena que estos detalles que valen proporcionalmente poco hayan estropeado el buen recuerdo dejado por una carne o un pescado riquísimos. Una carne o un pescado que el propietario o el chef se han molestado en elegir cuidadosamente y en los que se ha gastado un buen dinero. Mientras tanto, ¿cuánta diferencia de precio hay entre café bueno y uno malo?

Quizás no sea significativa en comparación con la de una carne buena y una mala, por ejemplo, y este pequeño coste está enturbiando todo lo anterior. Pues bien, con nuestras explotaciones a veces pasa algo similar con los seguros agrarios.

Elegimos los recursos para hacer nuestras explotaciones más rentables: la mejor maquinaria agrícola, abonos adecuados, fitosanitarios eficientes, semillas con buena productividad, equipos de riego que economicen agua y electricidad... y cuando llegamos a pensar si hay que asegurar la producción nos entran dudas, las mismas que al dueño del restaurante en gastarse unos céntimos más en el café.

Y ahora viene lo bueno, el coste medio de un seguro agrario muchas veces no llega al 2-3% de los costes totales de una explotación.

¿Realmente nos diferenciamos tanto del dueño del restaurante?

Explotaciones agrarias 

"Nuestro sistema de seguro agrario es un ejemplo a seguir para muchos países del mundo, cuenta con un alto nivel de apoyo por parte de la Administración (quizás no tanto como el que querríamos, cierto, pero tendríamos que analizar lo que ocurre en los países que nos rodean para juzgar) y tiene una amplia cobertura"

Editorial

Jesús López Colmenarejo

Gastarnos un poco más contratando un seguro agrario (que es nuestro café de calidad) hará que todo lo que nos hemos gastado en el resto de inversiones pueda tener sentido.

No nos olvidemos sobre todo de que, tras miles de años de agricultura, aún no puede controlarse el clima y que esto es algo que seguramente vaya a peor con el efecto del cambio climático.

Es simplemente cuestión de hacer números y darse cuenta de que hay riesgos que no merece la pena correr.

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