30/08/2018
Si hay una actividad que repercuta y se vea repercutida directamente por el cambio climático, esa es la agricultura. Prácticamente no hay foro profesional en el que no se hable, de una forma u otra, de agricultura y cambio climático, de economía circular, del horizonte 2050, con el consecuente crecimiento mundial de la población y la escasez de recursos naturales. Y por supuesto, pocos son los productos o procesos productivos que no incluyen en sus valores la sostenibilidad.
Pero, y en la práctica, ¿cómo se gestiona esta información?. Para tratar de comprender la verdadera dimensión de la teoría es, si no necesario, sí importante entender qué es el cambio climático, el efecto invernadero y sus consecuencias. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, “se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra”.
Este cambio puede producirse tanto por causas naturales, como por la acción del hombre, y se refleja en muy diversas escalas de tiempo y parámetros climáticos. Mientras, el efecto de invernadero es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases. “Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío. Estos gases son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles”. Y lo que es más importante, “el mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones”. [... ampliar info]