31/05/2019
Brexit, mayor euroescepticismo y radicalización de ciertos partidos europeos en ambos extremos del arco electoral, y crecientes reivindicaciones sociales y medioambientales son algunas de las característicasque marcarán el curso de la próxima legislatura del Parlamento Europeo. Mientras tanto, agricultores y ganaderos miran con cautela unas elecciones cruciales para el futuro del sector agroalimentario en Europa,que representa más de 44 millones de puestos detrabajo en toda la UE.
Por Berta Redondo, corresponsal en Bruselas
Entre el 23 y 26 de mayo, más de 400millones de europeos de los 27 países miembro de la Unión Europea han sido llamados a votar en unas elecciones que serán decisivas para el futuro de Europa, ya que sus resultados se podrían interpretar como un punto de inflexión para el proyecto europeo. Aunque es díficil de predecir, el Parlamento Europeo salido de la cita electoral de mayo podría ser el más euroescéptico desde 1979, lo que podría tener consecuencias importantes para la agricultura europea, único sector que dispone de una política central, la Política Agraria Común.
El papel del nuevo Parlamento en la reforma de la PAC
Además del sabido agujero que el Brexit dejará en los próximos presupuestos agrícolas de la UE, la composición del próximo Parlamento Europeo será fundamentalen la reanudación de las negociaciones de la futura PAC. Por ahora, la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo ya ha dado el visto bueno a los tres informes sobre la reforma de la PAC a la vez que ha defendido el mantenimiento del nivel de financiación actual frente al recorte del 5% que proponía la Comisión Europea. Pero todo esto podría cambiar con la llegada del nuevo Parlamento, que será quien decida si seguir en la línea de lo acordado hasta ahora o, por el contrario, empezar de cero las negociaciones de la PAC 2021-2027, lo que provocaría un retraso en la implementación de la política común temido por los agricultores europeos.
En este sentido, la eurodiputada del PP Esther Herranz, quien ha liderado uno de los tres informes aprobados recientemente por la Comisión de Agricultura del Parlamento, confía “plenamente” en que ese retraso no se produzca y apela a la responsabilidad de todos los grupos políticos para que la reforma de la PAC siga adelante. La eurodiputada riojana recuerda que las ayudas de desarrollo rural no son prorrogables más allá de dos años, por lo que un retraso en la negociación de la PAC supondría una aplicación de la política común no antes del 2022-2024, algo “trágico” y “verdaderamente difícil” para las zonas rurales europeas.
La culminación de la PAC será para Herranz una de las prioridades de cara a la nueva legislatura europea. Y en esa misma dirección apunta también José María Castilla Baró, responsable de la oficina de Asaja en Bruselas. La principal prioridad es luchar por mantener el actual presupuesto de la PAC, asegura Castilla Baró, y una vez asegurado el Marco Financiero Plurianual seguirán de cerca las negociaciones de la PAC,
ya que no están de acuerdo con “ciertas medidas propuestas por la Comisión, como la fijación de techos de ayudas a las explotaciones o el pago redistributivo para las primeras hectáreas”.
Estabilidad y seguridad, principales demandas del sector
Frente a la incertidumbre que reina sobre la composición del próximo Parlamento Europeo, el sector agroalimentario lo tiene claro: hace falta estabilidad y seguridad jurídica para que agricultores y ganaderos puedan continuar con su actividad económica. En ese sentido, desde la oficina de Cooperativas Agro-alimentarias de España en Bruselas, su responsable, Juan Corbalán, espera que el nuevo Parlamento “vele y trabaje” por el sector, y que en la nueva Comisión de Agricultura “sea fácil alcanzar acuerdos en beneficio de agricultores y sus empresas”. Tal y como apunta Corbalán desde la capital europea, la prioridad de Cooperativas Agro-alimentarias tras las elecciones de mayo será que los nuevos eurodiputados conozcan “de primera mano”el papel que juegan las cooperativas agroalimentarias en las zonas rurales como “instrumento clave para luchar contra la despoblación”.
Por su parte, Gonzalo Corrales, responsable de la Unión de Pequeños Agricultores en Bruselas, asegura que desde UPA “tienen muy claro” que la prioridad máxima deber de ser poner en marcha medidas de mercado “realmente eficaces para combatir los bajos precios del sector”. Además, apunta Corrales, será también clave lograr garantizar una PAC estable y vigilar las negociaciones de tratados comerciales con terceros paises para evitar que la agricultura sea “la gran pagana” de dichos acuerdos.
El representante de Asaja en Bruselas, José María Castilla Baró va más allá y, además de pedir estabilidad, hace un llamamiento a que el Parlamento adopte la ciencia y las decisiones científicas como su “piedra angular”. Tal y como apunta José María Castilla Baró en una clara alusión al debate que tuvo lugar el año pasado sobre el glifosato, desde Asaja “esperan y desean” que los nuevos europarlamentarios “se dejen
asesorar por los verdaderos expertos y que vayan siempre de la mano de la ciencia y de las agencias europeas (EFSA y ECHA)”. Castilla Baró avanza además otra de las grandes demandas de Asaja para la próxima Comisión Europea: la aprobación y el uso de las Nuevas Técnicas de Cultivo (NBTs por sus siglas en inglés) como el CRISPR. “Debemos tener claro que Europa no puede arriesgarse a perder nuevamente el tren de la innovación como pasó con los OGMs, ya que todos nuestros competidores en el resto de países ya utilizan estas nuevas mejoras que, además, son indetectables en frontera”, apunta el responsable de la oficina europea de Asaja.
Llamamiento unánime al voto
A pesar de que en la campaña de las recientes elecciones en España se ha hablado poco o nada de las propuestas de los diferentes partidos en temas europeos, el papel de la UE es clave para el sector agrioalimentario español. Por este motivo, los tres responsables de las organizaciones agrarias presentes en Bruselas defienden la importancia de acudir a las urnas para “reivindicar la importancia de la agricultura europea”. Desde un debate a nivel nacional con los diferentes partidos políticos organizado por Asaja el 6 de mayo junto con la elaboración de un Manifiesto, a la participación de UPA en varios eventos organizados en Bruselas y el lanzamiento de la campaña “WeFarm4EU”, todo esfuerzo es poco para conseguir que el sector agrolimentario no sea el gran olvidado de las elecciones europeas.