05/01/2023
El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, cuyo plazo de observaciones finalizó en agosto y que se aprobará en breve, plantea una serie de retos y objetivos en materia de reciclado y valorización que afectan muy directamente al sector agroalimentario. Los cinco retos fundamentales que plantea este Real Decreto hablan de prevención, reutilización, reciclabilidad, compostabilidad e introducción de contenido reciclado en los envases. La industria agroalimentaria y los fabricantes de envases deberán adaptarse a una serie de medidas que en ocasiones les provocarán mayores costes no solo económicos sino también de adaptabilidad.
Desde la plataforma EsPlásticos valoran este Real Decreto como un paso importante, pero con matices: “Aunque la transición hacia una economía circular es necesaria, nos parece muy importante que el Real Decreto cuente con medidas que afecten a todos los materiales por igual, ya que de lo contrario solo derivará en la sustitución de unos materiales por otros y no se conseguirá el objetivo de reducir la cantidad de residuos procedentes de los envases”.
Por su parte Cinta Bosch, gerente de Sostenibilidad de AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores), sostiene que están “de acuerdo en trabajar para reducir los envases y para que todos los procesos y toda la gestión de los residuos sean lo más circulares posible, apostando por la prevención de la generación de residuos y, si no, por el reciclaje; estamos además de acuerdo en toda la jerarquía de residuos y es prioritario para las empresas, que están tomando acciones para que sus procesos sean circulares”.
Sin embargo, desde AECOC cuestionan el ritmo en el que se están desarrollando las cosas: “Lo que observamos con más preocupación es el ritmo, la velocidad; hay empresas que han empezado pero el Real Decreto nos fija unos objetivos que en algunos casos son difíciles de cumplir, pensando en los costes que conllevan, por eso en algunos casos pensamos que deberíamos haber esperado a la publicación en Europa, donde acaba de empezar la tramitación, porque creemos que las implicaciones que tiene este Real Decreto para las empresas son muy grandes y es importante estar alineados e ir con cautela”, afirma Cinta Bosch.
La responsable de Medio Ambiente de ASEDAS (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicio y Supermercados), María Martínez-Herrera, coincide en esta opinión y, sin embargo, en otros aspectos considera que en España “vamos con retraso”. “Para nosotros, en general, el Real Decreto es necesario, porque se tenía que ace Envastualizar toda la normativa relacionada con envases y residuos de envases, porque la Ley de Envases es del 97 y debía adecuarse a las normativas europeas. Sin embargo, ya vamos tarde, porque el día 30 de noviembre ya salió un nuevo borrador de Reglamento de Envases y Residuos des de la Comisión Europea; en este sentido, España va un poco tarde, porque teníamos que tener aprobadas muchas obligaciones y modificaciones, pero al mismo tiempo se incluyen obligaciones que Europa aún no ha aprobado, por ejemplo, todo lo relacionado con la reutilización”.
“Consideramos que esta es una línea roja muy importante, ya que en las directivas anteriores había indicadores de que se reutilizasen los envases, tanto a nivel doméstico como comercial; en agricultura hay un ejemplo muy claro, los palés para frutas y verduras”. “A decir verdad, este aspecto a la agricultura no le va a afectar tanto, el retornable, porque habla en general de bebidas, pero sí se han incluido porcentajes muy elevados de reutilización para envases comerciales e industriales”.
Joaquín Fernández, director de Desarrollo Estratégico de UNIQ, afirma que el Real Decreto “es necesario porque es cierto que se están sobredimensionando muchos envases y envasando cosas que no tenían una lógica, sin embargo, lo han elaborado desde el Ministerio de Transición Ecológica sin contar con todos los eslabones de la cadena; ellos han decretado lo que consideran que es más beneficioso, pero sin contar con todo lo que puede acarrear a nivel de costes de distribución”.
Prohibición de envasar menos de 1,5 kg
Y es que el nuevo Real Decreto establece la prohibición de envasar frutas y verduras frescas de menos de 1,5 kg, lo que afecta directamente al sector.
Esta medida será revisada por las excepciones y los supuestos que plantea. Cinta Bosch afirma desde AECOC que “el primer riesgo de esta medida lo vemos relacionado con el mismo objetivo medioambiental, porque los envases, los de plástico en concreto, si tienen un sobrecoste es por una justificación, y la justificación principal es la generación de desperdicios, es decir, el envase alarga la vida útil de los productos, con lo cual, luchamos contra el envasado, pero por otro lado estamos aumentando el desperdicio”.
Para María Martínez-Herrera hay productos que bajo ningún concepto se deben acoger a esta prohibición, “lo más novedoso de esta medida, y que llega muy fuerte en el reglamento europeo, es el tema de la prevención; dentro de las medidas para prevenir el uso de envases se ha introducido esta prohibición, pero con una excepción: hay frutas y verduras que se venden enteras y que les hace falta envase, por sus características organolépticas, por logística, por el daño que pueden sufrir y por durabilidad, por eso para nosotros es fundamental que las berries, fresas, arándanos o frambuesas, frutas muy delicadas, que se venden en unidades pequeñas, deben utilizar envases sí o sí”.
La cultura de la compra a granel se está implantando pero, tal y como sostienen los expertos, hay productos que es imposible venderlos sin envasar. Por este motivo el ministerio está trabajando sobre un listado de excepciones a esta prohibición. “Con quien hay que hablar es con el sector primario y con el sector transformador, hay que analizar caso por caso, las casuísticas de cada caso y si un producto alarga su vida seis días, entrar en esas excepciones”, afirma María Martínez-Herrera, quien sostiene que “son estos sectores los que han salido perdiendo con estos cambios, y desde luego el consumidor; lo que nosotros pedimos es analizar uno a uno, las inversiones que se han hecho desde el sector primario, porque muchos de estos productos van a exportación y para el transporte es necesario el envasado”.
Desde AECOC inciden en el aspecto de evitar desperdicios: “La causa mayor de desperdicios en los puntos de venta, en los casos de venta a granel, es porque el consumidor manipula mal los productos, además en casa se acorta la vida útil del producto; una fruta u hortaliza puede alargar su vida hasta nueve días si está envasada”.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición elaborará, en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Transición Ecológica, un listado de excepciones a esta medida.
“Este listado de excepciones en el que se va a trabajar se contempla sobre el caso del deterioro del producto, no se habla de la parte de la vida útil del producto, y creemos que eso también habría que contemplarlo”, afirma Cinta Bosch, quien también sostiene que igualmente hay que tener en cuenta el aspecto de la conveniencia, “no en el sentido de comodidad del consumidor, no tanto en practicidad, sino en que deje de consumir este tipo de productos, cuando son básicos en nuestra dieta mediterránea, y esto va en contra de su salud”.
“En cualquier caso consideramos muy positivo que en este listado de excepciones se le dé más peso a que sea el MAPA el que lo elabore, porque conoce el sector y todas las particularidades que tiene”.
Joaquín Fernández sostiene que “el cambio lo tendrá que hacer el minorista, no la gran distribución”. Desde UNIQ “siempre hemos tenido cajas de cartón ondulado, que cumplen con la circularidad, son material 100% reciclado; las introdujimos al mercado hace cuatro años, previendo esta situación; las barquetas son de 300 gramos, 800 gramos y 1,5 kg, de diversos tamaños y termoselladas”, porque el cartón podría ser una opción, pero esta prohibición afecta a cualquier envase.
La Plataforma EsPlásticos es contraria a esta prohibición: “La dirección general de Industria y Emprendimiento de la CE ha emitido un informe en el que recomienda al Gobierno español suprimir esa prohibición; es una medida que afecta a la conservación de estos alimentos y que potenciará el desperdicio alimentario, por ello la realización del listado de excepciones”.
EsPlásticos echa en falta alternativas reales en el mercado que cuenten con las características técnicas necesarias para la conservación de estos productos y que sean económicamente viables para los productores, “además, su prohibición provocará que se sustituyan por otros materiales más pesados que generarán una mayor huella de CO2”.
La plataforma subraya que “Francia presentó una medida similar y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España presentó una alegación en el marco del procedimiento TRIS, indicando que esta medida afectaba gravemente al sector agrícola español. Sería, por tanto, incoherente incorporarla ahora en este Real Decreto”.
Cinta Bosch se fija además en la imagen de marca que muchos productos llevan impresa en el envase; “el sector tradicionalmente no ha sido un sector de marcas, pero en los últimos años se ha creado una imagen de marca de muchos productos, gracias al soporte que el envase les da, por eso, quitando estos envases también se perderá esa imagen; la solución es difícil porque hay marcas que, en función del envasado, ponen en valor su producto, con lo cual esta prohibición es negativa para ellos”.
María Martínez-Herrera afirma que “hay muchas cosas por hacer, mucha información que dar, pero tenemos que consensuarlo con toda la cadena, y lo que no podemos hacer es copiar cosas que pasan en otros países cuyo mercado es diferente al nuestro”.
Responsabilidad del productor
El aumento de las obligaciones asociadas a la aplicación de la RAP (Responsabilidad Ampliada del Productor) en los envases comerciales e industriales es otro de los aspectos que afectan al sector. Se deberá crear una responsabilidad ampliada del productor para este tipo de envases (Artículo 35 y Artículo 41), “lo que significa que el que pone el envase en el mercado se tendrá que responsabilizar de que ese envase se recicle bien y termine su ciclo de vida”, explica María Martínez-Herrera.
Cualquier envase que se ponga en el mercado, entre distintos operadores, tiene que terminar su vida útil y el responsable es el que lo pone en el mercado, “va a ser un cambio muy importante, porque el productor es el responsable del envase físico y de los datos de ese envase, qué ha hecho, cuántos envases ha puesto en el mercado, si se recicla, etc., afectará a todo y supondrá un trabajo extra”.
La plataforma EsPlásticos explica que, “para poder adaptarnos a esta medida, la legislación permite a las empresas bien crear su propio sistema individual o bien adherirse a un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP). Consideramos que será muy interesante para el sector conocer este sistema ya que, a través de él, se asumen algunas de las obligaciones individuales de las empresas para que sea más fácil el cumplimiento de la nueva obligación. No es otra intención que la de plantear la solución más eficaz y eficiente en la gestión de los residuos y, a la vez, cumplir con la normativa para avanzar juntos hacia una industria cada vez más sostenible”.
Factor sostenible del cartón
UNIQ, como empresa de packaging de cartón y único sello de calidad y garantía de cartón ondulado que existe en el mercado para el envasado de frutas y hortalizas, aglutina más del 70% de la producción de cartón ondulado agrícola en España. “Nos hemos encontrado, en este escenario, con que nos han pedido soluciones que no se pueden hacer de la noche a la mañana”, afirma Joaquín Fernández.
¿Pero está siendo el cartón la alternativa más óptima ante estas medidas? “Realmente la prohibición de envasar frutas y verduras frescas de menos de 1,5kg afecta a cualquier tipo de envase, por lo tanto, no es que nos hayamos beneficiado, porque se lleva haciendo lo mismo con el cartón durante 40 años”.
Desde UNIQ explican el gran factor sostenible que tiene el cartón, “cuanto más cartón o papel utilizamos, más bosques sostenibles replantamos, y la prueba es que la masa forestal en los últimos 20 años ha crecido más de un 5% en Europa y España es el tercer país con mayor masa forestal de Europa, y eso es gracias a todo lo que se replanta y a que hay campos destinados exclusivamente a regenerar esa masa forestal; es el ejemplo más claro de economía circular. El proceso de fabricación de cartón sigue siendo el mismo y la circularidad es constante, porque se recicla más del 80% del cartón o papel que se consume”.
Respecto al cartón en el sector agrario, explica Joaquín Fernández que “estudios que manejamos de mayoristas dicen que más del 60% de los envases utilizados son de cartón, detrás la madera y, en último lugar el plástico, que es el material más utilizado por la gran distribución, aunque hay cadenas potentes que ya están apostando por el cartón”.
Ante la situación actual, desde UNIQ sostienen que “el minorista se va a ver obligado a retirar ciertos productos, como la cuarta o quinta gama, productos que se están vendiendo y tienen aceptación por parte del consumidor; tocará reinventar la fórmula”.
España, segundo país que más recicla en Europa
EsPlásticos mantiene que “es un deber ser competentes y sostenibles, un compromiso prioritario”; España es el segundo país que más recicla en Europa, “pero aún debemos seguir trabajando en campañas de educación, prevención y soluciones técnicas frente a los residuos de la naturaleza. No debemos olvidar que de los 137 millones de toneladas de residuos que se generan al año en nuestro país, menos del 2% total son plásticos”.
¿Y cómo se recicla el plástico? Tradicionalmente se ha utilizado el reciclaje mecánico -clasificación, lavado y extrusión-, sin que cambie su composición, “sin embargo, a través de este proceso hay algunos tipos de plásticos que no permiten mejorar la calidad de los productos”, explican desde EsPlásticos.
“Por ello el sector está invirtiendo en tecnologías alternativas como el reciclado químico, que permite que la circularidad sea más efectiva y eficiente para conseguir un planeta mucho más sostenible”.
Al final, se trata de un tema no solo de educación y concienciación, sino también de economía, “la sociedad española es muy consciente de la reducción de la huella medioambiental que supone el reciclaje. Sin embargo, muchos estudios de mercado reflejan que la sostenibilidad no puede mantenerse a cualquier precio y a más del 60% de los consumidores les resulta muy difícil económicamente llenar la cesta de la compra o contratar productos 100% sostenibles debido a los altos costes que terminan asumiendo”.
“Por ello, es necesario insistir en que el plástico no es un problema medioambiental, ya que se intenta sustituir por otros productos que podrían ser mucho más perjudiciales desde el punto de vista de la sostenibilidad. La clave es que ninguno de estos productos acabe en nuestros ríos o vertederos”.