Fenacore plantea un plan de acción política para combatir las tensiones inflacionistas sobre los alimentos

En el marco de la XXI Jornada de Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes ha abordado la problemática inflacionista que afecta a la cesta de la compra. Para abaratarla, Fenacore ha pedido centrar los esfuerzos en rebajar los costes de producción en el campo, en lugar de topar los precios de los alimentos o vigilar la cadena de valor del sector agroalimentario.

En este sentido, plantea al Gobierno un plan de acción política que implique a los ministerios de Agricultura, Transición Ecológica y Hacienda, para combatir las tensiones de precios sobre los alimentos, que se encuentran en el entorno del 15% y que, aseguran, seguirán subiendo en los próximos meses, atendiendo al pronóstico del Banco de España. La Federación reclama voluntad política para “alejarse de la batalla partidista” y blindar la producción de alimentos.

En la XXI Jornada de Fenacore, los regantes han pedido, asimismo, reforzar el agua en la agenda política, de modo que se tomen las decisiones necesarias para garantizar el riego durante los próximos años.

Medidas económicas y fiscales

Entre las medidas propuestas, Fenacore urge al Ministerio de Transición Ecológica a que, en el plazo de seis meses, elabore, apruebe y promulgue la norma reglamentaria que debe regular una modalidad de contrato de acceso de electricidad para regadío que contemple la posibilidad de disponer de dos potencias diferentes a lo largo de 12 meses, en función de la necesidad de suministro para esta actividad.

En segundo lugar, los regantes han vuelto a pedir a Hacienda una rebaja del IVA del 5%, el tipo que se aplica actualmente a los suministros domésticos, lo que, aseguran, ayudaría a estos agricultores a abaratar en más de un 30% su factura eléctrica, siempre y cuando la medida se acompañe de la posibilidad de contratar dos potencias eléctricas al año.

Este abaratamiento es, según Fenacore, más necesario que nunca, ya que el recibo de luz de los regantes aumentó más de un 600% en el último año.

Finalmente, piden que se asignen más fondos europeos al Ministerio de Agricultura para avanzar en el proceso de modernización y poder producir más alimentos usando menos agua y energía. No obstante, destacan que casi 8 de cada 10 hectáreas regadas son de bajo consumo de agua, lo que hace del regadío español uno de los más avanzados y un referente a nivel internacional.

En paralelo, durante la jornada se puso de manifiesto la importancia de impulsar medidas de contingencia frente a las tensiones geopolíticas a nivel mundial. Los regantes consideran necesario un plan de acción política integral, para aumentar la producción nacional y blindar el abastecimiento de alimentos ante posibles rupturas de las cadenas globales de suministro. Fenacore asegura que dicho plan exige un giro radical de la planificación hidrológica que, afirman, “actualmente no garantiza el agua para regar y sigue sin cubrir el déficit de inversiones en infraestructuras y obras de regulación”.

Sequía y regadío

Finalmente, Fenacore remarcó que ninguna población en España sufrirá restricciones de agua por culpa de los cultivos de regadío, puesto que así lo asegura la propia Ley de Aguas y los Planes de Sequía de las Confederaciones Hidrográficas, que establecen claramente la prioridad de uso siempre para el abastecimiento.

De esta manera, Fenacore criticó la demonización que está sufriendo el regadío. A juicio de la Federación, la criminalización del regadío en época de sequías agravará la crisis alimentaria.

Según el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, “el Gobierno confía en que la bajada del IVA aplicada sobre algunos alimentos desde enero u otras medidas adoptadas para mitigar la inflación todavía tienen recorrido, pese a admitir que los resultados no han sido los esperados. En cambio, los agricultores sabemos que, si nos abaratan los costes de producción, se retoman las inversiones en infraestructuras y se avanza en el proceso de modernización, podremos aumentar la oferta de forma significativa, lo que sin duda servirá para que la cesta de la compra deje de ser la mayor preocupación de las familias españolas”.

En la clausura de esta jornada técnica, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, remarcó el claro compromiso del Gobierno con los regadíos sostenibles, que son clave para garantizar la seguridad alimentaria, contribuir a fortalecer el sector agroalimentario español y reforzar la cohesión territorial y social donde se ubican en las zonas rurales. Muestra de ello, señaló, es que el MAPA ha planificado un paquete de inversiones en modernización de regadíos de más de 2.100 millones de euros hasta el año 2027.

Miranda destacó la importancia de continuar con una política de regadíos basada en la modernización sostenible de las infraestructuras y en la incorporación de las nuevas tecnologías digitales, que permitan hacer frente a los desafíos futuros de escasez del recurso y a la necesidad de mantener la buena calidad del agua.