14/06/2019
Las cooperativas son, por tanto, el resultado de aquella unión que agricultores y ganaderos se vieron en la necesidad de acometer y entre cuyos principios se halla la participación económica de sus asociados, lo que equivale a la figura de accionista en las sociedades mercantiles. Sin embargo, existen algunas diferencias entre un modelo y otro, si bien el desarrollo de las empresas cooperativas ha conllevado que éstas se reduzcan significativamente.
El modelo cooperativo se puede financiar de dos formas: con medios propios o medios ajenos, indica el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Jaime Martínez Conradi. Según explica, "dentro de los medios propios se encuentran las reservas de la cooperativa, procedentes de beneficios no distribuidos, y las ampliaciones de capital realizadas por los socios”. En cuanto a la financiación ajena, “están los bancos, el acceso a la sección de crédito en aquellas cooperativas que cuenten con este servicio o la posibilidad de inversión por parte de un tercero, que no suele darse en este tipo de empresas”. En general, hay pocas diferencias entre cooperativas pequeñas o grandes, más allá de sus necesidades de inversión. Así por ejemplo, tenemos una cooperativa, la aragonesa Cosanse, en torno a los 10 millones de euros de facturación, que se financia de igual modo que la extremeña EA group, con un balance de 85 millones.