Fruta de hueso. Subida al Angliru y premio a la combatividad

05/10/2020

Por Ángela Fernández, periodista agroalimentaria

La primavera y el verano son, para regocijo de muchos, sinónimo de fruta de hueso. Desde los meses de abril y mayo los lineales empiezan a llenarse de nuevos colores y aromas, ampliando el abanico de posibilidades en la fruterí­a. Este año la temporada ha llegado marcada por condiciones meteorológicas poco favorables y un ambiente enrarecido por la pandemia, que sin embargo se ha traducido en buenos ritmos de consumo. Ahora que la campaña toca a su fin, es momento de hacer balance.


La producción mundial de fruta de hueso ronda los 43 millones de toneladas, según datos de FAOSTAT, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Con la mitad de esa cifra, China es, con diferencia, el principal productor mundial de este tipo de frutas, mientras que de Europa salen entorno a 7 millones anuales de toneladas de albaricoques, cerezas, ciruelas, melocotones y nectarinas o pavías. En ese ranking de países, el puesto que ocupa España es más que significativo. Con un volumen de cosecha que en los últimos años se ha situado en el entorno de los 2 millones de toneladas, es el principal productor europeo, seguido de cerca por Italia.

La última Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce) elaborada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), correspondiente al año 2019, sitúa la superficie total de frutales de hueso en nuestro país en 144.247 hectáreas, siendo Aragón, con 39.417 hectáreas, la comunidad autónoma con mayor superficie de producción; seguida de Murcia (28.658 ha), Cataluña (23.837 ha) y Extremadura (20.460 ha). Las frutas más extendidas son el melocotón y la nectarina, con una superficie conjunta de 73.993 hectáreas, mientras que de cerezas y guindas hay 33.325 hectáreas, de albaricoque 24.331 hectáreas y de ciruela 12.597 hectáreas.

Cuando el invierno primaverea...

Si por algo se ha caracterizado la presente campaña -pandemias aparte- ha sido por una merma significativa de la cosecha. Ya en el mes de mayo las previsiones apuntaban a una posible reducción de entorno al 20% y, con el paso de las semanas, las cifras a pie de campo no han hecho sino constatar los pronósticos. El presidente del sector de fruta de hueso de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Javier Basols, confirma que este está siendo “un año de muy poca fruta de hueso. Al revisar la previsión, en julio, rebajamos aún más la expectativa de mayo, de forma que situamos la cosecha en España de fruta de hueso (melocotón, nectarina y paraguayo) para 2020 en 1.300.000 toneladas, es decir, la menor cosecha de los últimos ocho años y con caídas de más del 20% en todas los producciones, salvo melocotón amarillo”.

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