El 'oro rojo' busca luz verde en el mercado

04/07/2017

Este año las contrataciones de tomate han bajado un 0,64 % respecto a las de 2016, sumando un total de 2.092.749 toneladas. La superfi cie, comparando la cifra con la del pasado año, baja a 24.664 hectáreas contratadas. Y, en líneas generales, el aumento de la producción, tal y como coinciden productores, industrias y cooperativas, intentará frenar los números rojos que representan el precio de la tonelada cosechada.

Por Diego Villacorta ~ Periodista agroalimentario


La primavera ha sido, no hace falta evidenciarlo, perjudicial para los cultivos de secano que han visto cómo las escasas lluvias -e incluso las heladas en regiones del centro y noroeste peninsular han mermado las previsiones de cosecha para este año. Falta de agua que arrastran a los cultivos desde el invierno dejando eso de “agua de febrero, llena el granero” en poco más que papel mojado.

Sin embargo, otros cultivos como el tomate se han aprovechado de esa ausencia de lluvias y, salvo tormentas puntuales como las de inicios de mayo en el norte de Badajoz, sus previsiones parecen indicar una cosecha de tomate ligeramente superior a la registrada en 2016.

Un año, el pasado, que trajo tormentas meteorológicas y laborales a un sector que se mueve en la línea roja, la que marca y separa el margen de beneficio del de la pérdida por producción. De
hecho, la propia Federación Española de Exportadores de Frutas y Hortalizas, FEPEX, trasladó su preocupación a la Comisión Europea ante lo que consideraban una crisis del mercado con unos precios inferiores a los costes de producción en toda la Unión Europea.

Como apunte, los valores en el mercado comunitario están en la horquilla de los 0,25 euros y los 0,67 euros el kilo. ¿Para los productores? Entre 68 y 69 euros la tonelada, bajando solo en dos años 10 euros de lo entregado, época entonces en la que se situaban entre 76 y 78 euros. Una caída sin frenos que preocupa y mucho a las organizaciones agrarias: “Se está produciendo a precios cada vez más difíciles de ser competitivos y, si a esto no se da una salida digna, cada vez se producirán menos hectáreas” destaca Juan Metidieri, presidente de APAG-ASAJA Extremadura.

“La solución más eficaz a corto plazo para conseguir la rentabilidad del cultivo ha pasado por mejorar la tecnología con la que se recoge y se trata la hortaliza"

La situación no es local y, a su juicio, este escenario se debe a una crisis global de precios que lastra a regiones como la extremeña, donde se concentra en torno al 75 % de la producción total y donde, a la postre, el 60 % de los costes de producción se deben fundamentalmente a la mano de obra.

A decenas de miles de familias que viven de ello. De ese “oro rojo”. Ante esa tesitura, la solución más efi caz a corto plazo para conseguir la rentabilidad del cultivo ha pasado por mejorar la tecnología con la que se recoge y se trata la hortaliza sin que eso suponga un descenso de costes pero, al menos, logrando un aumento de la producción con la que ingresar algo más al fi nal de la campaña.

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