Solo el 19% de las emisiones GEI de la producción agroalimentaria española se asocia a alimentos de origen vegetal

La Real Academia de Ingeniería ha publicado el informe ‘Emisiones de gases de efecto invernadero en el sistema agroalimentario y huella de carbono en la alimentación en España’, en el que se refleja que la huella total de carbono de la alimentación en España se ha multiplicado por 3,9 en términos totales y en 2,5 en términos per cápita entre 1960 y 2010, pasando de 1,5 a 3,6 toneladas CO₂e per cápita al año.

Asimismo, el estudio, coordinado por Eduardo Aguilera y Alberto Sanz Cobeña, constata que un 81% de las emisiones derivadas de la producción de alimentos consumidos en nuestro país están asociadas a alimentos de origen animal, que representan 1,6 toneladas de CO₂e per cápita al año, destacando la carne de cerdo y vacuno y la leche, por 0,4 toneladas asociadas a alimentos de origen vegetal.

Al acto de presentación del informe asistió el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, que señaló la importancia de disponer de información precisa sobre las emisiones y absorciones de emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores agrícola y ganadero y, en general, del sistema agroalimentario español.

El enfoque de sistema alimentario que introduce este estudio permite abordar desde una perspectiva más amplia la repercusión de la alimentación en el cambio climático, tratando aspectos que van desde las cadenas alimentarias sostenibles a las prácticas agrícolas y ganaderas y el desperdicio alimentario. A este último respecto, el secretario general recordó el anuncio realizado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, la semana pasada, sobre la próxima presentación de un proyecto de ley de desperdicio alimentario con el objetivo de reducir este a la mitad de cara a 2030.

Miranda también se refirió al papel que juegan el medioambiente y el clima en la nueva PAC, a través de la cual y mediante el plan estratégico que se encuentra en fase de elaboración la agricultura mejorará su contribución al clima y al medio ambiente, con el compromiso de mantener la rentabilidad económica de las explotaciones.

Por último, recordó la necesidad de seguir investigando en agricultura, clima y medio ambiente y en la manera de reducir las emisiones a través de la innovación y la transferencia del conocimiento a agricultores y ganaderos.