27/01/2021
Ni la pandemia ha podido detener la celebración de una cita que se ha convertido ya en un clásico de todos los inicios de curso. Eso sí, el tradicional encuentro convocado por la familia de John Deere Ibérica con la prensa sectorial fue especial este año. Por un lado, por los lógicos rigores organizativos derivados de la situación de crisis sanitaria, que hicieron posible la asistencia no solo física sino también online a la presentación; y por otro, porque supuso la puesta de largo de la nueva estructura organizativa de la empresa.
John Deere Ibérica prescinde del esquema piramidal capitaneado por un director general rodeado de directores de área e implanta un equipo directivo cuyos miembros tienen capacidad de decisión en cada una de sus áreas y reportan directamente a sus responsables europeos. El objetivo es “acortar la distancia entre donde se toman decisiones y donde se ejecutan”, explicó Eduardo Martínez de Ubago, nuevo director de Negocio y de Marketing, representante institucional de la compañía y responsable, junto con Jaime Muguiro, de la dirección del área de Ventas para España y Portugal. Por su parte, Julio Redondo ejercerá como gerente de Servicio Posventa y Formación, asumiendo la responsabilidad de ambas áreas; Alicia García será responsable de Desarrollo de Concesionarios; y Santiago González se ocupará el cargo de controller financiero y de gestión. Enrique Guillén, director general desde 2015, pasa a ser responsable europeo del área de Sistemas de Producción. Esta nueva estructura organizativa, que la corporación ha implantado ya en los principales mercados europeos, es la traducción de su nuevo modelo operativo ‘Smart Industrial’, basado en tres principios: los sistemas de producción agrícola, la tecnología y las soluciones para todo el ciclo de vida de los productos, y cuyo propósito es convertir John Deere en una compañía tecnológica.
“Liderazgo indiscutible” y fe en el 2021
El encuentro sirvió, como todos los años, para hacer un repaso a los resultados financieros y comerciales del ejercicio anterior así como al mercado español de tractores. Santiago González fue el encargado de desgranar los números que arrojó la actividad de la compañía en 2020, que alcanzó una cifra de ventas global de 35.540 millones de dólares -una caída de casi el 10% con respecto a 2019- y unos beneficios de 2.751 millones de dólares (-15%). Números asumibles, aseguran en John Deere, teniendo en cuenta las circunstancias especiales del pasado año. A nivel nacional, por su parte, las estimaciones indican una caída de las ventas cercana al 20%, correspondiendo un descenso del 26% a la unidad comercial y un 14% a la fábrica de Getafe.
En cuanto al mercado español de tractores en 2020, Jaime Muguiro trasladó la caída del 10% en las inscripciones que se recoge en los Registros Oficiales de Maquinaria Agrícola (ROMA) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero también el optimismo del sector en recuperar los niveles de 2019 a lo largo de este año, gracias a la buena salud de las producciones, unos precios razonables o el incremento de la renta agraria, entre otros aspectos positivos.
Para John Deere Ibérica, 2020 supuso mantener el liderazgo “de manera indiscutible” en cuota de tractores, que se sitúa en un 25%, y que sube al 33% en el caso concreto de los vehículos de más de 100 cv. Se trata, además, de la tercera marca en el mercado de cosechadoras y la segunda en rotoempacadoras. En lo relativo a las tecnologías de agricultura de precisión, Muguiro indicó que el 65% de los tractores vendidos por la compañía en 2020 incorporaron el guiado AutoTrac, que el Centro de Operaciones John Deere alcanzó los 6.230 clientes y que se han documentado ya 372.000 hectáreas, o lo que es lo mismo, el 6% de la superficie arable del país.
Nueva estructura de la red de concesionarios
Por su parte, la nueva responsable de Desarrollo de Concesionarios, Alicia García, anunció que, con el objetivo de estar a la altura de la nueva estrategia de la compañía, “totalmente transformadora y exigente”, se encuentran redefiniendo la estructura de la red de concesiones tanto en España como en Portugal. El objetivo de este proceso, que será “complejo” y, prevé, largo en el tiempo, es contar con concesiones de mayor tamaño para ganar en agilidad y eficiencia.