La innovación revoluciona el segmento de lechugas

Por Marta Fernández, periodista agroalimentaria

De unos años a esta parte, el espacio dedicado a la venta de lechugas ha sufrido una gran transformación. Nuevas variedades y formatos dieron lugar hace ya tiempo a una nueva categoría en los lineales y, por ende, un espacio propio y especializado en las explotaciones del arco mediterráneo. El origen de 'revolución', al igual que está sucediendo con los tomates o las uvas de mesa, por ejemplo, está estrechamente vinculado a la innovación.

Son varios los factores que han intervenido en esta revolución, todos ellos orbitando alrededor de la I+D+i. Dilucidar si fue antes el 'huevo o la gallina' es quizás más complicado. Esto es, ¿qué fue primero, la demanda de nuevos productos por parte del consumidor, o el acierto del sector (llámese casas de semillas, industria, agricultores...) de ofrecer un producto diferenciado y de valor añadido capaz de satisfacer sus necesidades?

Sea como fuere, el gran acierto es que esta innovación dio lugar, además, a la generación de uno de los ejemplos más clarificadores de lo que es la cadena de valor en el sector agro, comenzando en la semilla y terminando en el consumidor, a la que aún se le presume mucho recorrido. En esta evolución ha tenido mucho que ver la IV gama y su ensamblaje con las preferencias del nuevo consumidor (productos saludables, de fácil preparación, innovadores...). Y ello obliga al sector a la constante búsqueda de nuevos desarrollos. Pero vayamos por partes.