17/09/2018
Planas fue, en el aspecto puramente técnico, uno de los aciertos del presidente, y más allá de las cuitas políticas que su nombramiento haya generado y pueda generar, lo que permanece es un hecho irrefutable: todo el sector recibió con satisfacción la llegada de un gran conocedor del sistema agroalimentario que, además, está muy bregado en política internacional y, especialmente, de la Unión Europea.
Se trata de un “ministro especialista” que cumple “todos los requisitos necesarios” para asumir la tarea que tiene por delante, en palabras de Miguel Blanco, secretario general de COAG. Una tarea, por cierto, para la que dispone de poco tiempo y para la que necesitará un ministerio totalmente operativo, según el sindicalista.
Y es que a las limitaciones temporales que tiene la propia legislatura, de la que solo queda la mitad, se suman las que impone la negociación de la próxima PAC, con disolución incluida del Parlamento Europeo.
Por eso, el primer reto de Planas era configurar un buen equipo, lo que parece ser que ha conseguido, porque el sector ha vuelto a recibir la noticia de los nombramientos con un aplauso.
El paso inicial, el cambio de Fernando Miranda de una dirección general a la Secretaría General de Agricultura y Alimentación fue muy bien aceptado. Los nombramientos que se han sucedido después, también. Todo el mundo coincide en que se trata de “funcionarios de altura” que conocen muy bien la política agraria y sus respectivas áreas.
A la salida de la toma de posesión de estos altos cargos, el presidente de Asaja, Pedro Barato, afirmaba haber aplaudido no por corrección, agradecimiento o simpatía; los de su organización fueron aplausos… “de verdad”, según apostilló. “Son profesionales que conocen los problemas del campo y saben de negociación”, añadió.
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