14/03/2023
Ante la crucial situación que vive el sector, el Congreso pretende ser un punto de encuentro, de debate e información que recibirá a 600 profesionales, reunidos en torno a un espacio donde se celebrarán ponencias, mesas redondas y habrá un lugar reservado para el networking y los intercambios profesionales y comerciales.
Así lo explica el director de AGPME, Javier Folch, “con este encuentro buscamos abrir una luz a un sector tan potente como el del maíz, que es, dentro de los cultivos extensivos, el que mejor rentabiliza los factores de producción y de los que más i+D tiene en torno a él”.
Durante los dos días de Congreso se abordará la PAC, a través de una serie de mesas especializadas para ello, que abordarán las nuevas exigencias medioambientales impuestas por la estrategia De la Granja a la Mesa, “de cara a 2030 tenemos que cumplir una serie de obligaciones, como reducir la fertilización en un 20% y los tratamientos fitosanitarios en un 50%, por eso ahora la información es fundamental”, matiza Folch, “el sector ya está trabajando en ello para no perder productividad; tendremos que ser más selectivos”.
Respecto a la biotecnología, “es fundamental no quedarnos atrás con respecto al mundo; necesitamos que Europa camine de la mano de la ciencia en todo lo relativo a la edición de genes con la tecnología Crispr, dado que es la garantía de producir plantas más fuertes y resistentes a plagas y a la sequía y por la tanto ser más sostenible de cara a alimentar al mundo.
Los mercados y la globalización –“si nosotros tenemos que restringir nuestro mercado, pero la globalización nos obliga a traer productos fuera de España, no competimos en igualdad de condiciones”-, la importancia del agua –“nuestras necesidades de agua son mucho mayores que las del resto de Europa”- y la comunicación –“es preciso poner en valor los grandes y numerosos aspectos positivos de nuestro sector, que la sociedad los conozca, generando un cambio de mentalidad”-, serán los temas que se tratarán en el Congreso y sobre los que se pondrá el foco de atención.
El sector del maíz en Portugal
Desde ANPROMIS, su secretario general, Tiago Pinto, hace hincapié en la importante unión del sector del maíz de España y Portugal, “detectamos una importante necesidad de que los países ibéricos tengamos una estrategia conjunta respecto al agua; aquí en Portugal el tema de la gestión del agua y el aumento de las reservas es más pacífico que en otros países, pero no va al ritmo deseado”, en este sentido Pinto plantea la necesidad de que haya aumento de reservas, “no podemos permitirnos que en épocas de verdadera sequía las cosas se pongan muy complicadas, dependiendo únicamente de que haya otras épocas en las que llueva”.
El sector del maíz en Portugal ha perdido dimensión en los últimos años, debido al aumento de las explotaciones de olivar y almendro, que están creciendo en el país vecino, con márgenes económicos superiores, “por eso el maíz está sufriendo”, explica Tiago Pinto, “ Portugal tiene un grado de producción del 35% e importamos el 65%; tenemos una capacidad de producción muy baja que nos coloca en una posición complicada, además la pandemia y la guerra de Ucrania nos ha demostrado lo peligroso que es tener un grado de dependencia al exterior tan grande”.
El sector ha transmitido esta situación al Gobierno del país y ha logrado la puesta en marcha de una estrategia para la producción de cereal, que da un incentivo económico: 200 euros por hectárea para el maíz grano y 120 para el maíz forraje. “Estas ayudas son un importante señal que nos da el gobierno y podrán ayudar al relanzamiento de esta cultura”.
Por su parte el presidente de ANPROMIS, Jorge Neves, subraya como parte importante del Congreso la “cuestión medioambiental”, ya que, en este sentido, se trata de un cultivo “muy atacado”. “Es necesario demostrar que el maíz no es un cultivo enemigo del Medio Ambiente, al contrario, es un cultivo sostenible, tanto aquí en Portugal como en España”.
Respecto a la biotecnología, Neves cuestiona la visión que Europa tiene al respecto, “Europa prácticamente no tiene relaciones comerciales con EE. UU., principal país interesado en investigación en biotecnología, y eso hay que cambiarlo, es necesario tener unas relaciones estrechas en este sentido, porque con la amenaza de Rusia es preciso encontrar nuevos aliados comerciales y tener un concepto de la biotecnología distinto al que hemos tenido hasta ahora. Europa debe tener sus suministros de maíz completamente asegurados”.