El sector del maíz celebra su mayor evento en España y Portugal reivindicando su eficiencia como cultivo estratégico

23/03/2023

La localidad oscense de Barbastro acoge el II Congreso Ibérico del Maíz, organizado por la Asociación de Productores de Maíz de España (AGPME) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (ANPROMIS), durante los días 23 y 24 de marzo.


Al Congreso asisten más de 600 personas, entre profesionales del sector, instituciones, productores y empresas. Un importante encuentro donde se está debatiendo la situación del sector y los retos actuales a los que se enfrenta y que, además, cuenta con un espacio de networking donde empresas y productores están estableciendo acuerdos comerciales.

La inauguración del Congreso corrió a cargo del alcalde de Barbastro, Fernando Torres, del presidente de AGPME, José Luis Romeo, y del presidente de ANPROMIS, Jorge Neves.

“Es un orgullo que Barbastro haya cogido el testigo de Portugal, donde se celebró el I Congreso en 2019”, afirmó el alcalde de la localidad. Fernando Torres puso en valor el papel de la agricultura y concretamente del cultivo del maíz en la península ibérica: ““El maíz se encuentra entre los cultivos que mejor rentabilizan el agua y la energía, un cultivo de calidad e importancia primordial en la alimentación humana y animal, que crea empleo y que contribuye en la lucha contra la despoblación”.

Por su parte, el presidente de AGPME, José Luis Romeo, aseguró que “estamos viviendo un momento muy importante a nivel mundial; estamos viendo el fin de la globalización tal y como la habíamos entendido”. En este sentido, quiso poner el foco en las importaciones: “En Europa estamos dependiendo de demasiadas cosas, que no sabíamos o no sabemos producir; nuestra dependencia de los cereales, sobre todo de Ucrania y Rusia, nos hace más vulnerables y provoca que se disparen los precios, por eso es necesario dar un toque de atención, pasar a la acción y dejar de depender en nuestro sector de las importaciones”.

Finalmente, Jorge Neves destacó la importancia de hacer una defensa común del sector, “en todos los aspectos que nos atañen y preocupan, como el agua, la tecnología o la soberanía alimentaria, porque debemos saber que Europa es el mayor importador de maíz a nivel mundial, y dependemos de países que no son muy estables económicamente, como Ucrania, Brasil o Argentina, y esta dependencia no es compatible con querer reducir la producción europea; por ello, tenemos que saber que la tecnología es parte de la solución”.

La gran purificadora de aire

Tras la inauguración tuvo lugar la primera mesa redonda, “Sostenibilidad con Rentabilidad”, moderada por Jesús López Colmenarejo, director ejecutivo de Editorial Agrícola, y en la que intervinieron Carlos Palomar, director general de AEPLA (Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas), José Luis Moya, director general de Fertinagro-Biotech, Luciano Viguin, director empresas Aragón, Navarra y Rioja de Santander España, y Javier González, director de Innovación Tecnológica Grupo Fertiberia.

La mesa giró en torno a los retos del sector en cuanto a sostenibilidad y qué puede hacer el agricultor para afrontarlos. En este sentido, José Luis Moya ofreció un revelador dato: “En pandemia solo fuimos capaces de bajar un 5% las emisiones y debemos reducirlas en 2030 un 55%, ¿seremos capaces?”. Ante esta pregunta, Moya afirmó con rotundidad que sí, pero con esfuerzo, “hay que poner para ello encima de la mesa la tecnología y los conocimientos que existen; el sector tiene que aprovechar esta oportunidad y salir fortalecido”.

De hecho, la agricultura en España es responsable del 4% de las emisiones y la ganadería del 9%, “estamos en un 13% y sin embargo otros sectores de la industria española emiten mucho más. La agricultura es la gran purificadora del aire, tenemos que ponerlo en valor”.

Javier González subrayó la importancia de los puntos clave de la I+D: la descarbonización y la reducción de la huella de carbono, “el futuro debe ser verde y especializado”, y por su parte, Carlos Palomar puso el foco en la legislación, “necesitamos una regulación que permita llevar la innovación a efectos prácticos, que no ponga limitaciones”.

La Agenda 2030 es un horizonte muy cercano que hará al sector trabajar más si cabe, “es una oportunidad para trabajar, pero que no nos ahogue esa fecha porque quizá necesitamos 5 años más para adaptarnos”, afirmó Palomar, “debemos ser un sector siempre eficiente, profesionalizado y puntero”.

Luciano Viguin subrayó la importancia de un asesoramiento profesional y adecuado al agricultor: “Es preciso que gente especializada asesore, además de permitir desde marzo ese anticipo de la PAC que le da más facilidades al agricultor”, en este sentido, la digitalización para el sector cobra aún más sentido a día de hoy; “la transformación digital es básica para el avance del sector; ahora mismo se está destinando en innovación un 1%, cuando en el resto de sectores van ya por el 14%. Estamos avanzando, pero es necesario hacerlo mucho más”.

Regenerar y mejorar el suelo

La segunda mesa, “Cultivando Maíz con un 20% menos de fertilización”, estuvo moderada por José Luis Romeo, presidente de AGPME, y contó con la intervención de Mónica Sánchez, Agronomy Operations Manager en Yara; Miguel Juárez, director de Unidad de Negocio DUN Este de Timac Agro; Alberto Mayor, director de Negocio de Forgasa; y Jesús Cebrián, director comercial Zona Ebro de Fertinagro-Biotech.

Jesús Cebrián afirmó que “nuestra misión es producir más, y no debemos tener miedo al cambio, a los retos que se nos plantean; con una buena gestión podremos reducir ese 20% y tenemos que producir lo mismo o más, y para ello es importante un buen soporte al agricultor, para lo que ya nos hemos preparado”.

Alberto Mayor lanzó un mensaje de tranquilidad a los productores: “Tenemos la capacidad, las herramientas y la tecnología que contribuya al cumplimiento de estas obligaciones, a la mejora del agricultor sin incrementar costes”. Además, matizó que para que esto se produzca hay que poner el punto de mira en los suelos, “hay que trabajar en regenerar el suelo y mejorarlo, tener un suelo amable para que la planta tenga más capacidad”.

Mónica Sánchez también destacó la importancia del suelo: “Es necesario hacer una buena gestión del suelo, reducir la huella de carbono y evitar las emisiones de amoniaco a la atmósfera; apostamos por utilizar fertilizantes eficientes. Y todo ello apoyado por una buena gestión del suelo, un análisis foliar y, desde luego, acompañado de herramientas digitales”.

“No olvidemos que para cualquiera de nosotros lo más importante es la rentabilidad del agricultor; es imposible trabajar en innovación sin pensar en la rentabilidad, debe haber unos beneficios para que la agricultura y la producción de maíz sigan adelante”, añadió.

Miguel Juárez ofreció un mensaje de optimismo: “Pensemos en el 2030, es una cuestión de mentalidad, no negociemos más tiempo, busquemos oportunidades”, y fue tajante en sus argumentos: “¿El 20% se puede reducir? Rotundamente sí, tenemos las herramientas para ello; no tengáis miedo, adaptaos a la nueva situación, apoyaos en quien os pueda ayudar, porque tenemos muchos profesionales muy preparados. Pensemos con mentalidad del siglo XXI”.

Juárez también subrayó la importancia de cuidar el suelo: “España tiene el 70% de su suelo en riesgo de desertización, es el gran olvidado de este país y tenemos que cuidarlo”.

La innovación como herramienta

La tercera mesa, “Tratando el Maíz con un 50% menos de fitosanitarios”, fue moderada por José María Castilla, director de Oficina de Asaja en Bruselas, y contó con la participación de Alberto Martín, Customer Technology Manager Crop Protection en Corteva; Francisco García Verde, responsable de Sostenibilidad y Relaciones Corporativas en Syngenta; y Richard Borreani, Public Affairs, Science & Sustaninability Iberia Bayer.

Borreani destacó la innovación en esta época de retos, “los agricultores para producir de forma sostenible necesitan herramientas y para obtenerlas hay que considerar el beneficio de la innovación basada en la ciencia”. Además, la sostenibilidad “debe ser tenida en cuenta no solo desde el punto de vista medioambiental, sinos también en el social y el económico”.

“Lo que ahora necesitamos es acelerar los procesos y hablar de una transición”, señaló Francisco García Verde, “siempre con un buen asesoramiento; hay que sumar toda la capacidad de asesoramiento y llevarla a cabo al servicio del agricultor, desde una perspectiva independiente”.

Alberto Martín puso en valor el sector agrario: “No hay un sector que tenga más capacidad de adaptación que el agrícola, a pesar de todos los obstáculos y retos, ahí sigue produciendo de manera sostenible y alimentando a toda la sociedad; lo que ahora necesita el agricultor para afrontar estos cambios es innovación”.

Finalmente, José María Castilla afirmó que “es nuestra obligación tener en mente que hay legisladores, incluso dentro de la propia Comisión Europea, que han asegurado en el propio Parlamento Europeo, que consideran que no somos sostenibles y que considera que nuestra actividad profesional va en contra de la sostenibilidad; sin embargo el agricultor y el ganadero, por el simple hecho de serlo, ya son sostenibles”.

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