Melón de La Mancha, calidad y profesionalización

10/10/2022

Por Caridad Calero. Redacción

El melón de La Mancha es un producto tan humilde como característico de esta comunidad, cuya producción se concentra, principalmente, en la provincia de Ciudad Real. Representa una fuente de ingresos complementarios para los 43 agricultores pertenecientes a la IGP Melón de La Mancha, pero su futuro pasa por una mayor organización de los productores. Otro aspecto clave es mantener la apuesta por el melón de calidad diferenciada, impulsada por la Asociación para la promoción del Melón de La Mancha.


Muchas tareas en este cultivo se realizan manualmente (trasplante, descuaje o eliminación de frutos en las plantas con exceso de ellos, para obtener tamaños y pesos comerciales adecuados y recolección). Fuente: Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.

Importancia del cultivo

La comunidad autónoma de Castilla-La Mancha lidera la superficie dedicada al cultivo al aire libre del melón, con 5.369 ha y 166.170 t de producción (según datos provisionales publicados en la ESYRCE de 2021).

El melón ‘Piel de Sapo’ es un cultivo hortícola característico de la comarca natural “Mancha”, especialmente en la zona nororiental de la provincia de Ciudad Real.

Tradicionalmente el melón ha constituido un buen complemento para las explotaciones familiares agrarias, cuyos ingresos principales proceden principalmente de la viña y los cereales. Junto con la sandía es un cultivo esencial desde el punto de vista socioeconómico en Castilla-La Mancha, ya que genera empleo durante toda la campaña. Como dato significativo, cabe mencionar que una hectárea de melón sustenta una media de 40  jornales, sin contar todas las industrias auxiliares en torno a este cultivo (semillero, almacenistas, fitosanitarios, etc). Sin embargo, de cara a asentar la posición en los mercados, para asegurar así la continuidad de este cultivo, es necesaria una mayor organización de los productores.

El cultivo de melón al aire libre requiere de una programación muy bien hecha, con una siembra escalonada desde primeros de mayo a primeros de julio, para que durante los tres meses de campaña la oferta esté equilibrada con la demanda.

Aun así, la climatología puede resultar determinante en las distintas campañas tanto desde el punto de vista productivo como del comportamiento de la demanda. Por ejemplo mientras que, en España y Europa, en 2021 las temperaturas anormalmente bajas de primavera no fomentaron el consumo de melón, el caluroso verano de 2022 ha aumentado su demanda de manera significativa.

Otro aspecto importante es la necesidad de planificación de la producción para intentar no solaparse con otras zonas productoras y para controlar la oferta. Para lograr esto último el sector se ha mantenido unido en la decisión de sembrar entre un 5 y un 10% menos de superficie en la campaña 2022. En este sentido el Gobierno de Castilla-La Mancha quiere contribuir a relanzar la Interprofesional del Melón y la Sandía en esta comunidad autónoma con el objetivo de que tenga “más atribuciones, más capacidad de tomar decisiones y que gestione la marca de calidad Indicación Geográfica Protegida ‘Melón de la Mancha”, según ha manifestado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.

Mercados habituales del melón

Aunque el mercado nacional del Melón de La Mancha es todavía muy importante, junto con la sandia son frutos con una clara vocación exportadora. De momento sus destinatarios principales se encuentran en Francia y Holanda.

La exportación además permite asegurar una mejor comercialización del producto en caso de acumulación del género en momentos puntuales de la campaña en los que, por determinadas causas, existe un solapamiento con otras regiones productoras. De nuevo es importante recalcar la necesidad de la unión de los productores frente a la competencia que comienza a ejercer Marruecos en este cultivo.

Características del cultivo

El cultivo del melón se lleva a cabo en la llanura manchega que geológicamente es una cuenca sedimentaria muy llana con una altura media que oscila entre los 500-700 m. Los materiales que rellenan dicha cuenca dan lugar a tierras de labor de no más de 35 cm de profundidad y escasa fertilidad, bajos niveles de materia orgánica y pH elevado. Climatológicamente es una comarca fría y seca a la que apenas llegan los vientos atlánticos húmedos. La zona de cultivo se caracteriza por tener unas precipitaciones bajas, comprendidas entre los 300-400 mm, un fuerte nivel de insolación y evapotranspiración durante el verano, a lo que hay que añadir una oscilación térmica entre la noche y día. Esta características benefician a una fruta que necesita sol y calor, y sobre todo refrescarse por la noche.

Se trata de un cultivo en regadío, ya que para obtener una adecuada rentabilidad económica y una producción de calidad es necesario distribuir el agua en cantidades adecuadas a lo largo de su ciclo vegetativo. Así, el estrés hídrico acusado (inevitable en un cultivo de secano) influye en el rajado de los frutos y afecta negativamente sobre varios parámetros de crecimiento que acaban reduciendo la cosecha final. En el extremo opuesto el riego excesivo, aun sin llegar a la asfixia radicular, también afecta desfavorablemente al rendimiento comercial. Dada la importancia social de este cultivo, se está invirtiendo en la mejora de las instalaciones de la Comunidad de Regantes de la zona regable del embalse de Peñarroya, la cual abastece de agua a las parcelas donde se cultiva gran parte del melón de La Mancha.

Estas condiciones edafoclimáticas proporcionan al melón ‘Piel de Sapo’ unas propiedades cualitativas únicas tanto en el aspecto externo de los frutos (tamaño, color, escriturado de la piel y conformación externa) como en las características organolépticas de la pulpa (textura, fibrosidad, jugosidad y dulzor).

Producto de calidad reconocida

Estas propiedades dan al melón cultivado bajo una serie de condiciones una calidad inigualable que le ha hecho merecedor del sello de calidad IGP desde 2010. Según establece su pliego de condiciones, los melones acogidos a la IGP “Melón de la Mancha” pertenecen a la variedad botánica “saccharinus”, de los cultivares ‘Piñonet’ o ‘Piel de sapo’, en cualquiera de sus variedades comerciales. Como su propio nombre indica, deberán proceder de la comarca natural “Mancha”, junto al Alto Guadiana, dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla–La Mancha.

Dada la realidad de los mercados agroalimentarios actuales, en los que se manejan productos de muy diversos orígenes y calidades, para reivindicar la calidad del “Melón de La Mancha” es necesario mucho esfuerzo, tiempo e inversión en campañas promocionales destinadas a que, en último término, los consumidores reconozcan el valor de marca de ese producto. Para el consejero de Agricultura el papel que ejerce la IGP es fundamental, y ha remarcado “la importancia de organizarse a través de la Interprofesional para tomar ‘decisiones de calado’ que protejan a los profesionales frente a otros eslabones de la cadena agroalimentaria, por ejemplo a la hora de negociar la venta del producto”.

Una adecuada presentación del producto y el etiquetado de la IGP “Melón de la Mancha” son la mejor carta de presentación para un melón de calidad. Fuente: IGP “Melón de la Mancha”.

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