19/11/2019
Herrero ha trasladado a los europarlamentarios y miembros de instituciones comunitarias que el acuerdo alcanzado supone una amenaza para muchos productos europeos, pero también una oportunidad para sectores como aceite de oliva, vino, aceituna de mesa, quesos de calidad y algunas frutas y hortalizas frescas y transformadas, para posicionarse en un mercado de más de 270 millones de personas.
Durante su exposición, ha solicitado a los eurodiputados que las importaciones procedentes de Mercosur cumplan con las normas europeas en materia de calidad y sanidad, para lo cual se deben reforzar las inspecciones en origen y aplicar medidas de protección a los productos sensibles. También ha pedido que el acuerdo concrete el potencial que algunos productos pueden tener en Mercosur y que Brasil aplique con medidas concretas el compromiso con el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Por otro lado, Herrero ha insistido en la necesidad de que el tratado aplique la llamada Entidad Única Europea, para evitar que cada Estado miembro deba negociar de forma individual con Mercosur protocolos de exportación por producto.
Por sectores
En el caso concreto del vino, el director general de Cooperativas ha pedido para los europeos el mismo acceso al mercado de Mercosur que tienen los vinos de Chile, que no están sometidos a las grandes tasas que sí sufren los vinos comunitarios. Además, ha solicitado un alineamiento de las normas de etiquetado y prácticas enológicas con las de la Organización Internacional del Vino, reducir la burocracia, seguridad en el pago y protección de las IGs, así como mantener el arancel europeo al mosto argentino, crucial para conservar el equilibrio en el mercado de vino de importación.
Para el sector de frutas y hortalizas, se ha mostrado contrario a la eliminación del sistema de control de precios de entrada de estos productos, fundamental para verificar y controlar si se están produciendo distorsiones graves del comercio y activar la cláusula de salvaguardia pertinente. Respecto a los periodos de transición para la liberalización, ha recordado que son más amplios para las exportaciones comunitarias que a la inversa. Por ejemplo, el aceite de oliva europeo deberá esperar 15 años para su liberalización total, mientras que a la inversa solo serán 4 años.
En cuanto a productos que sufrirán las consecuencias del acuerdo, Herrero ha señalado el zumo de naranja y el arroz. La liberalización de la importación del zumo de naranja, donde Brasil ya controla el 90% del mercado comunitario, supone un desequilibrio para el mercado en fresco y presionará al sector productor europeo. Y el arroz lleva años sufriendo la continua apertura de mercados a importaciones procedentes de los países asiáticos, sin contar las negociaciones en curso con Malasia, Australia, EEUU o la India. En este sentido, ha recordado que los productores europeos están situados en zonas de delicado equilibrio medioambiental y sin alternativas posibles a la producción de arroz.
Esta intervención, en la que ha participado junto a representantes de organizaciones de otros países, forma parte de las consultas que los europarlamentarios mantienen con expertos antes de comenzar los debates internos para la ratificación del acuerdo en el Europarlamento.