Un estudio presentado por OIVE refleja el destacado papel económico y social del sector vitivinícola

La Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha presentado, en streaming desde el edificio CaixaForum de Madrid, el estudio “Importancia Económica y Social del Sector Vitivinícola en España”, que cifra el papel destacado del sector en diferentes ámbitos, y que ha sido elaborado para la Interprofesional por Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Entre sus principales conclusiones, el informe resalta que el sector vitivinícola español goza de un destacado posicionamiento global, siendo líder en superficie mundial de viñedo, tercer productor y primer exportador en volumen. Su actividad genera un Valor Añadido Bruto (VAB) superior a los 23.700 millones de euros anuales, un 2,2% del VAB nacional. Además, la vitivinicultura aporta a las arcas públicas españolas más de 3.800 millones de euros anuales y contribuye a la generación y mantenimiento de más de 427.700 puestos de trabajo de forma directa e indirecta, lo que supone un 2,4% del empleo en el país.

El estudio fue presentado por el presidente de AFI, Emilio Ontiveros, en un acto clausurado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en el que también estuvieron presentes el presidente y la directora general de la Organización Interprofesional del Vino de España, Ángel Villafranca y  Susana García, y el director de AgroBank, Carlos Seara, y que fue seguido por casi 200 espectadores a través de la retransmisión online.

El ministro Luis Planas destacó que los datos del informe presentado no solo ponen de manifiesto la importancia del sector vitivinícola en España, sino su acción tractora de actividades conexas, como las proveedoras de inputs agrarios y alimentarios, las comercializadoras o la industria de la madera, el vidrio y el corcho, entre otras. También resaltó las enormes posibilidades de crecimiento y futuro de los productores y el buen trabajo de la interprofesional para dar respuesta a los desafíos más inminentes. “El estudio nos ofrece una instantánea de dónde se encuentran los desafíos más inminentes. El acceso a los mercados exteriores, la adaptación a una producción más respetuosa con el medio ambiente que haga frente a los retos del cambio climático, así como el fomento de la calidad y el diseño de una estrategia sectorial que consolide la estabilidad del sector van a marcar la hoja de ruta de los próximos años”, señaló.

Por su parte, Ángel Villafranca, destacó que las cifras recogidas en el estudio “vienen a confirmar algo que desde el sector venimos defendiendo desde hace años, y es su importancia en la economía nacional y en la generación de empleo, entre otros aspectos. Nos esperan años complicados en la reconstrucción de nuestro país y por ello se hace necesario continuar con los apoyos a este sector con la activación de nuevas medidas. Hay que luchar y pelear para que ninguna bodega tenga que cerrar. Debemos reestructurar el sector con madurez".

El presidente de AFI, Emilio Ontiveros, señaló, asimismo, que “el sector vitivinícola ejerce un importante efecto tractor sobre muchos sectores, en especial el sector turístico donde ha de jugar un papel esencial en el incremento de valor. Además, la propia naturaleza de la viticultura la convierte en una actividad que favorece la fijación de población en el medio rural y contribuye a hacer frente al reto demográfico”.

Además de los datos cuantificables, el informe también ha contado con entrevistas a personas relevantes del sector para conocer su valor cualitativo. En ese aspecto, el estudio hace hincapié en su arraigo territorial y en su capacidad para ser generador de valiosos intangibles, lo que, en palabras del presidente de AFI, demuestra que “el vino no es solo un producto; es un atributo cultural que dice mucho de la tradición de nuestro país".