El aceite de orujo de oliva quiere ser profeta en su tierra

Por Ángela Fernández, periodista agroalimentaria

La Interprofesional Oriva ha abierto de par en par las puertas del sector, con el firme propósito de divulgar los entresijos de un producto otrora denostado en nuestro país, que a base de estudios científicos está logrando posicionarse en la categoría de alimentos que albergan en su interior propiedades beneficiosas para la salud.

Por segundo año consecutivo, Oriva ha organizado un viaje al corazón del aceite de orujo de oliva, para el que ha contado con una veintena de periodistas de medios especializados, entre los que no podía faltar Agricultura. Del 11 al 12 de abril, y con la colaboración de empresas radicadas en Andalucía e investigadores vinculados al CSIC, la interprofesional ha dado a conocer en profundidad las diversas fases que entrañan el proceso de producción y análisis de este producto, así como su valor medioambiental, como fuente de aprovechamiento de subproductos del olivar y generación de biomasa.

Este esfuerzo comunicador responde al deseo del sector de darse a conocer más, y sobre todo mejor, para ganar cuota en el mercado nacional, donde sigue siendo un producto relativamente desconocido o minusvalorado por el consumidor frente a otros aceites refinados o utilizados comúnmente para fritura.

Si nos atenemos a las cifras disponibles, España es el primer productor mundial de aceite de orujo de oliva, con una media de 120.000 toneladas anuales -117.302 toneladas en 2017/18-, producidas en 42 centros extractores y 9 plantas de refinería, y una facturación de 485 millones de euros en la campaña 2017/18. Sin embargo, solo el 15% de esa producción se queda en el país y el 85% restante se exporta, con Italia y Portugal como principales destinos.