26-05-2016
Editorial Agrícola Española y la Cooperativa Olivar de Segura organizaron en colaboración con la Junta de Andalucía, Cooperativas Agroalimentarias de Jaén y la D.O. Sierra de Segura han organizado la primera Jornada Agrícola Café sobre el sector del Olivar de Montaña, a la que asistieron 200 personas que completaron el aforo del salón de actos de la Cooperativa.
La inauguración corrió a cargo de la Consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz Rivas, que anunció en su presentación que mañana martes día 31 de mayo se reunirá con los representantes de las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA y de Cooperativas Agroalimentarias para presentarles la nueva propuesta que ha elaborado su departamento para justificar la necesidad de que se dé una ayuda asociada de la Política Agrícola Común (PAC) al olivar en pendiente.
La Consejera también ha reiterado que para el Gobierno andaluz es "imperativo conseguir apoyos para el olivar más tradicional, de montaña y más desfavorecido", y ha recordado que es una petición que la Junta y el sector andaluz vienen reiterando desde hace años. Rafael Olvera Porcel, director general de la Producción Agrícola y Ganadera de la Junta de Andalucía, cuya intervención fue presentada Francisco Moreno Ballesteros, secretario del CRDO Sierra de Segura, realizó una interesante ponencia sobre la importancia del olivar, con especial incidencia en el cultivo de montaña.
El sector del aceite de oliva cuenta en Andalucía con una superficie de cultivo de 1, 5 millones de hectáreas (de las que 585.000 hectáreas están en Jaén), 170.000 explotaciones y una producción media anual de aceite de oliva media de 1 millón de toneladas. Estas magnitudes hacen que, además de convertir el olivar en el mayor bosque del mundo con un elevadísimo interés paisajístico, monumental y social, otorguen al olivo y a sus productos un valor económico que se estima en 2.300 millones de euros y que lo convierten en un referente económico en Andalucía y España.
Medios de producción: La base de la rentabilidad
La jornada también ha prestado atención a los distintos medios de producción que concurren en el cultivo del olivar. José María Domínguez, delegado de Andalucía Occidental de Seipasa, empresa de investigación, fabricación y comercialización de fitosanitarios especializada en agricultura sin residuos químicos y ecológica, habló sobre la importancia de una buena fertilización del olivar, así como de la necesidad de reducir las aplicaciones de cobre, que provocan gran toxicidad en las plantas, sobre todo con el tiempo, afectando a la calidad. "Tan importante es nutrir los olivos como mejorar el suelo", aseguró.
Federico Amigo, especialista de producto de Fendt, informó de la importancia de contar con una buena maquinaria, sobre todo en el olivar de montaña, dadas sus singularidades. Destacó las aportaciones de Fendt, sobre todo la parada activa de sus tractores, fundamental para trabajar en terrenos de pendiente. Igualmente, resaltó su transmisión que ofrece la posibilidad de vibrar olivos únicamente pisando un pedal.
Finalmente, Jaime Gómez, responsable segmento agrario de Reale Seguros recalcó la importancia del seguro agrario como garantía de la renta del agricultor e hizo hincapié en que el seguro más caro supone solo un 6% del coste de producción, pero asegura el 70% de los ingresos, en caso de adversidades climáticas.
Apostar por la calidad... ¿merece la pena?
Este fue el título de la mesa redonda en la que participaron José Luis García-Melgarejo, director gerente de Olivar de Segura; Antonio Guzmán Vico, gerente Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén; Juana Ortega Membrive, elaióloga y presidenta de Tierra de Olivos y Pedro J. Domínguez, director de la Unidad de Negocio de la prestigiosa empresa de investigación de mercados americana Nielsen.
En ella se obtuvieron ideas que permiten mirar al futuro del olivar de montaña con optimismo: Será necesario buscar la diferenciación con marchamos de calidad y certificaciones, aunque a veces sean una barrera para acceder a determinados mercados; que la calidad no tiene vuelta atrás y el precio de un producto lo pone la percepción; que hay que invertir en investigación, marketing, publicidad, tal y como avancemos en los mercados o que producir con calidad no merece la pena si no queremos cambiar cosas, tal y como aseveraba José Luis García Melgarejo.
El olivar y el aceite de oliva de montaña son dos hechos singulares y como tal deben reconocerse por el consumidor. El sector productor debe ser consciente de que todos los esfuerzos que se realicen deben ir encaminados al reconocimiento de estas especificidades que hacen su medio y su producto únicos, porque únicamente consiguiendo que el consumidor los perciba como tales serán sostenibles en un futuro.
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