07/02/2020
La Asociación Española de Denominaciones de Origen, 'Origen España', se puso en marcha en 2008 por parte de un grupo de productores de productos agroalimentarios con el propósito de fomentar el reconocimiento del papel esencial de las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) e Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) agroalimentarias españolas, más conocidas globalmente en España como “denominaciones de origen”, cuenta Vázquez.
'Origen España', continúa, "permite a sus socios compartir experiencias para establecer, desarrollar y proteger las denominaciones de origen agroalimentarias, además de facilitar el intercambio de información entre productores españoles de DOP e IGP. Asimismo, actúa como vector de comunicación e interlocutor destacado ante los organismos vinculados a las denominaciones de origen a nivel nacional, europeo e internacional".
A nivel global, la asociación cuenta con una representatividad de casi el 78% del valor económico de las indicaciones geográficas agroalimentarias (alimentos con sello DOP e IGP) españolas, lo que supone unos 1.200 millones de euros, e integra productos agroalimentarios con sello europeo de calidad diferenciada DOP e IGP. Son dos figuras de protección distintas que sirven para amparar productos cuya calidad diferenciada se deba al origen. Estos sellos muestran un vínculo o relación causa-efecto entre las características específicas del producto y el medio geográfico de la zona de producción.
El valor del sello
Del lado del productor, explica Vázquez, la calidad diferenciada es una de las herramientas más importantes con que cuentan los agricultores europeos para hacer frente a la competencia, cada vez mayor, de los países emergentes. Estas figuras, además, fomentan la organización del sector productor y facilitan el acceso de productores a mercados nacionales e internacionales.
Si bien, para conseguirlo, los productores que se acogen a una denominación de origen han de cumplir el pliego de condiciones de la DOP o IGP, y se comprometen a mantener la calidad lo más alta posible además de ciertos usos tradicionales en la producción. Por otra parte, los productores obtienen una protección legal contra la producción o elaboración de tales productos en otras zonas, aunque se utilicen los mismos ingredientes y procedimientos, que les permite mejorar el precio final de estos.
En cuanto al impacto socioeconómico en España del reconocimiento, Rebeca Vázquez destaca el incremento potencial del valor añadido de los productos. Un reconocimiento que permite la diversificación de la producción; la capacidad potencial de estos para satisfacer las demandas de los consumidores y el desarrollo de zonas rurales. Además, fomentan, entre otros, la utilización de recursos genéticos autóctonos. Como consecuencia, concluye, "todas las IG permiten la valorización, conservación y perpetuación de nuestro rico patrimonio gastronómico y cultural".
Defensa, retos y amenazas
La política de calidad permite proteger y valorizar productos agroalimentarios diferenciados, se les defiende frente al abuso e imitación de su nombre y se informa al consumidor haciéndole partícipe de una correcta información acerca de las características específicas de los mismos. En la práctica, una vez registrados en Europa, quedan protegidos frente a la utilización fraudulenta de ese nombre "para aprovechase de su reputación (incluso como ingrediente), la usurpación o imitación, las indicaciones falsas o falaces, y toda práctica que incite a error al consumidor sobre el origen del producto".
En cuanto a los retos a medio y corto plazo de la asociación, explica Vázquez, “seguiremos apostando por la protección y defensa de los nombres y productos de las distintas denominaciones de origen agroalimentarias, luchando contra la picaresca y el fraude y continuaremos promocionando los conceptos que ellos representan: Origen, Calidad, Tradición y Garantía. También daremos mayor protagonismo al e-commerce y a la vigilancia de sus nombres y productos en las diferentes plataformas digitales, una nueva puerta de la que estar muy pendientes. Trabajaremos también de cara a la nueva PAC y seguiremos impulsando su presencia en los diferentes acuerdos comerciales UE-terceros países. “
Con respecto al primer tema mencionado, el fraude y cómo afecta a las “denominaciones de origen”, continúa la responsable de 'Origen España', "me gustaría señalar que en 2016 la EUIPO (la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea) realizó un estudio en el que se medía el alcance del fraude de las comúnmente conocidas como 'denominaciones de origen'. Su conclusión, basada en una combinación de investigación sobre datos de muestreo de infracción y extrapolación, indicó que los consumidores de la UE gastaron 2.300 millones de euros al año "al pagar un precio superior por lo que creen que es un producto con DOP/IGP genuino, mientras que en realidad son víctimas de engaño". La tasa de infracciones en España en 2014 fue de un 5,7%, con un valor de mercado de 266,1 millones de euros. Por lo tanto, la lucha contra el fraude es esencial para 'Origen España', de ahí el valor del Procedimiento Operativo firmado con la Guardia Civil en 2016".
Actuaciones y proyectos
De entre las diferentes actuaciones realizadas, en el capítulo dedicado a la promoción, Vázquez destaca la campaña 'Historias en tu mesa', que se está desarrollando desde 2016 "y cuyo objetivo es sensibilizar a los consumidores españoles para que conozcan y reconozcan los sellos europeos de calidad diferenciada Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP) en los productos agroalimentarios" Se trata de una campaña cofinanciada por la Unión Europea, que ha tenido una duración de tres años y continuará otros tres más. "Toda la campaña está centrada en promocionar los sellos DOP e IGP, pero ligándolos a los productos que los llevan y que los consumidores encuentran en los puntos de venta".
En cuanto a las actuaciones estratégicas puestas en marcha, Vázquez indica que "impulsan el fomento de la 'cultura de los esquemas europeos de calidad diferenciada', que garantizan la excelencia, calidad y origen de algunos de los productos más reconocidos en la gastronomía española. Por lo tanto, con este tipo de acciones nuestro objetivo es que los consumidores reconozcan los productos con DOP e IGP como productos únicos y cuando los coman o degusten, reconozcan que nos aportan todo el sabor de su zona, un origen, un modo de producción, controles, tradiciones… tienen calidad diferenciada y eso se nota, de ahí que se protejan por Europa", concluye.