Aguas regeneradas y desaladas. El único salvavidas para el regadío

Por Belén Toledo, periodista agroalimentaria.

“Hemos pasado de ser los villanos a ser los héroes. Hasta hace cinco o seis años, los agricultores nos reprochaban en las conferencias que el agua desalada era muy buena pero muy cara. Ahora la pregunta más repetida es ¿cuánto tardáis en hacernos una desaladora, que la necesitamos?”.

La frase refleja el cambio de mentalidad en el sector agrario español respecto al uso de las aguas desaladas y regeneradas para riego.

La pronuncia uno de los referentes en esta materia: Domingo Zarzo, presidente de AEDyR (Asociacion Española de Desalación y Reutilización), miembro del Consejo de dirección de la IDA (International Desalination Association) y director técnico y de I+D de Valoriza Agua (Grupo Sacyr). Su percepción de que hay un aumento del interés de los regantes por buscar nuevos recursos hídricos es compartida por otros expertos.

Es el caso de Emilio Nicolás, investigador del CEBAS-CSIC, entre cuyas tareas está el asesoramiento de las comunidades de regantes que quieren utilizar aguas regeneradas para sus cultivos. Afirma que recibe nuevas consultas y peticiones “continuamente”. La falta de lluvias de los últimos meses está teniendo sin duda mucho que ver.

La sequía como oportunidad

Si la sequía de los años 90 fue la causa de que se produjeran algunas de las primeras experiencias en reutilización y desalación, la actual está sirviendo de acicate para la consolidación de esta tendencia. Mucho más si tenemos en cuenta que la falta de agua no es coyuntural, sino el aviso de lo que será una escasez constante por culpa del cambio climático.

Así lo indican las previsiones de Andreu Escrivà, ambientólogo, doctor en Biodiversidad y autor del libro Todavía no es tarde: “La temperatura podría subir en el ámbito mediterráneo entre dos y cuatro grados de aquí a final de siglo”. Esto provocaría, entre otros efectos adversos para la agricultura, “olas de calor de más de 30 días”. En cuanto a las lluvias, habrá “una ligera disminución y una mayor torrentalidad”, lo que dificultará el aprovechamiento del agua para riego. [... ampliar info]