07/06/2018
David Lozano, Natividad Ruiz, Pedro Gavilán. Grupo @riegosostenible del Área de Agricultura y Medioambiente. IFAPA - Centro Alameda del Obispo - Córdoba.
Para programar el riego de forma óptima debemos estimar con precisión las necesidades hídricas del cultivo y la eficiencia de aplicación del riego.
La eficiencia de aplicación se asocia habitualmente al método de riego, asumiendo que los sistemas de riego localizado tienen valores de eficiencia de aplicación superiores al 90%. Sin embargo, la eficiencia de aplicación del riego no es un indicador estático, sino que depende, entre otros factores, de la uniformidad de distribución del riego (UD).
La UD se calcula habitualmente usando nun procedimiento estándar propuesto por Merriam y Keller (1978). Esta metodología, aplicada a cultivos en línea, consiste en medir el volumen arrojado por 16 emisores de una unidad de riego (16 M-K en Figura 1). La metodología estándar propone medir este volumen en un intervalo entre 3 y 5 minutos durante la fase de presiones estables. Esto implica que las fases de llenado y de vaciado del sistema de riego no son consideradas.
El presente trabajo aborda la distribución real del agua aplicada en una unidad de riego, incluyendo los efectos de las fases de llenado y de vaciado del sistema de riego. Para ello, se ha generado un modelo empírico basado en una unidad comercial de riego de fresa. El objetivo del trabajo es cuantificar el efecto de la duración del pulso de riego sobre la calidad de un riego localizado en una parcela con pendiente.