30/07/2018
La necesidad de impulsar la modernización de regadíos para seguir garantizando un uso sostenible del agua fue uno de los temas centrales. Los regantes pusieron sobre la mesa la necesidad transformar las más de un millón de hectáreas que aún quedan pendientes de acuerdo a un doble objetivo: el ahorro de agua y de energía.
En este sentido, los regantes consideran que los fondos europeos destinados a modernización deben distribuirse de forma más equitativa para compensar las inversiones acometidas por los regantes, que “han hecho un profundo esfuerzo para producir más con menos, aunque esto haya supuesto tener que buscar soluciones creativas para hacer frente a un escenario tarifario desfavorable” según Del Campo.