14-11-2012
La demanda de estos vehículos habría crecido empujada, en parte, por la llegada de nuevos trabajadores al medio rural aunque se mantiene la tendencia en la demanda hacia vehículos de segunda mano, por su precio final, debido a la acuciante falta de financiación.
Esta situación promovería la aparición de otros efectos tampoco deseados como la reducción de la inversión en mantenimiento y revisiones, aumentando por el contrario las reparaciones pese al sobrecoste que, a la larga, supone esta tendencia. O, por otro lado, la reducción de las horas de trabajo del vehículo que redundaría en una tasa de renovación menor de un parque, ya de por si, obsoleto, con una media de edad de los tractores afectados por cambios de titularidad (compras de segunda mano) por encima de los veinte años.
El análisis de este grupo de trabajo también tuvo en cuenta la influencia de otros factores como el, aparente, optimismo en el sector gracias a los precios de algunas producciones o la aplicación del nuevo tipo de IVA, que en el caso de la compra de maquinaria agrícola ascendió al 21%, resultando que la influencia de ambos en el ánimo de compra de los usuarios apenas ha tenido incidencia sobre el mercado.
Por segmentos, se certifica que altas potencias (por encima de los 120CV) mantiene sus cifras, mientras el grupo del tractor "medio", entre 80CV-120CV, es el que sufre mayores caídas.
Los cambios de tendencia en las demandas ha hecho que, una vez más, las marcas adapten su oferta con nuevos modelos que cubran todas las necesidades y configuraciones posibles en cuanto a dimensiones, potencia y especificaciones tecnológicas
Las expectativas de mercado para 2013, a día de hoy, serían las mismas que las de cierre de este año, a la espera de la influencia del entorno social y económico en nuestro país y en Europa.
Comportamiento dispar en maquinaria de recolección
El análisis de la Comisión de maquinaria de Recolección de la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes, Ansemat, certificó el comportamiento dispar de los mercados de equipos y aperos durante el año siguiendo la tendencia de la campaña pasada, donde la compra y renovación de equipos sigue penalizada por el difícil acceso a la financiación.
Pese al buen tono de los mercados de algunas producciones, con mejoras en los precios y rendimientos, este hecho no ha promovido la inversión de agricultores y ganaderos, que se mantienen a la expectativa.
De una forma general, el agricultor medio ha optado por invertir en equipos con menor valor económico, mientras los únicos que han movido el mercado de maquinaria han sido el sector profesional: maquileros y grandes explotaciones.
Por tipos de maquinaria sigue la tendencia ascendente, una campaña más, de las cosechadoras de cereales, que parece tener seguimiento en el futuro. Otros vehículos destinados a labores de recolección como las picadoras de forraje autopropulsadas o los remolques autocargadores mantienen sus mercados, con demanda de equipos de mayor tamaño y capacidad de trabajo. Las vendimiadoras siguen enmarcadas dentro de una demanda profesional por parte de grandes explotaciones por su utilización en marcos no solo de viñedo, sino también de olivar para el que comienzan a comercializarse equipos específicos.
En el polo opuesto se observa el descenso generalizado de los mercados de equipos como empacadoras (convencionales, de grandes pacas o rotoempacadoras) penalizadas por la falta de paja en un mercado influenciado por el usado. Rastrillos y segadoras, como el resto de mercados dedicados al forraje, también caen observándose cambios en la demanda hacia equipos de menor tamaño (y en consecuencia menor coste) a la que los comercializadores de estos equipos se han enfrentado rebajando sus precios.