Ya son cinco años que Tecnova, integrado por 120 empresas de la industria agrícola auxiliar, apuesta por el estudio de la tecnología NIR para que las agroindustrias ahorren tiempo y costes. En juego está el que satisfagan los niveles de exigencia del mercado.
La tecnología NIR conlleva, concretamente, una serie de ventajas, como es su fácil uso, bajo coste, rapidez de análisis, y el no tener que destruir la muestra para su análisis, entre otras, "lo que la convierte en una herramienta idónea para ser implantada en procesos de control de calidad, y procesos de selección y manipulado, con la ventaja de que las muestras analizadas se reincorporan a la línea de producción o incluso son analizadas sobre la misma línea de manipulado", se cita en un comunicado del centro de investigación.
Los científicos del Área de Tecnología Postcosecha y Envasado de Tecnova trabajan por la incorporación de esta tecnología en los procesos de clasificación y análisis on line en las mismas líneas de manipulado, además de llevar esta tecnología a campo. Esto permitiría poder clasificar en base a parámetros como; contenido en compuestos bioativos, ya sea licopeno en tomate, vitamina C en pimiento, entre otros, y poder realizar evaluaciones referentes a parámetros de calidad alimentaria tales como; contenido en azucares y pH. O incluso clasificar por color, como es el caso del tomate cherry, así como su uso en campo podría arrojar datos del grado de maduración en de la sandía y el melón, etc.
En esta campaña agrícola, Tecnova y 15 empresas hortofrutícolas, entre alhóndigas y cooperativas, todas ellas punteras en su sector, en el desarrollo de aplicaciones NIR con distintos equipos portátiles con el objetivo de implementar esta técnica en las tareas de campo, obteniendo datos in situ acerca de parámetros de calidad, indicadores del momento de recolección de la sandía, lo que permitirá poder seleccionar los productos en su momento óptimo de maduración, al poder ser analizados todos y cada uno, sin tener que destruirlos.