11/12/2018
Por Antonio Martínez, periodista agroalimentario
La campaña de cítricos en España se ha dado de bruces este año con unas condiciones climatológicas que están provocando dolores de cabeza a productores y comercializadores. Un otoño de temperaturas inusualmente altas han retrasado la maduración de la fruta que, en algunos casos, adolece de un calibre más bajo del esperado. A eso hay que unir que el calor ha retrasado también el despertar de la demanda del producto en los mercados europeos.
Hablar de normalidad en el sector agropecuario es casi una entelequia. No hay años ni campañas iguales. Y muy raramente encontramos aquella que podamos calificar como “de libro”. Sin embargo, la actual campaña de cítricos se presentaba hace unos meses como una vuelta a la normalidad. Pero, una vez más, la climatología se ha encargado de trastocar todas las previsiones, tanto en el campo como en los mercados.
En septiembre, las previsiones que manejaban las administraciones eran bastante optimistas. El aforo de la Generalitat Valenciana estimaba un crecimiento de la producción del 22,9%, hasta situarse en esa Comunidad en las 3.894.543 toneladas, frente a las 3.168.382 toneladas de la campaña 2017/2018. Por su parte, en octubre la Junta de Andalucía estimaba una producción para esa Comunidad de 2.212.016 toneladas, un 2,5% más. Asimismo, recogía para Murcia un incremento de la producción estimada del 13,8%, hasta las 963.000 toneladas. Para el conjunto de España se calculaba un avance de la producción del 14,2% y 7.298.111 toneladas. Pero eso era en octubre. Ahora es difícil aventurar cómo se va a desarrollar la campaña, empezando por Cristóbal Aguado, presidente de la organización agraria AVA-Asaja: “Recuperamos la producción normal y en este momento estamos naturalmente preocupados porque, aunque la calidad es estupenda, el calibre es un poco ajustado. Eso, de alguna manera, hace que en los campos se quede una pequeña parte de la producción. Hay menos naranja comercial, aunque parezca que hay mucha. No sería raro que la naranja comercial fuera similar a la del año pasado, pese a haber un aumento de la cantidad producida en los árboles, precisamente por ese menor calibre”.
Pedro Antonio Gomariz, responsable de cítricos de COAG Murcia, también espera una corrección a la baja de las cifras de producción globales: “En mandarina y naranja se afora un poco más que el año pasado, pero se empiezan a hacer matizaciones como la del limón y el pomelo”.
De hecho, Gomariz confirma que las previsiones para el limón ya han sufrido un notable recorte: “El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya no da los 1,3 millones de toneladas que apunta la Asociación Interprofesional del Limón y Pomelo (AILIMPO), apunta a 960.000 toneladas, incluido verna para toda la campaña. La Interprofesional da más, pero va haciendo aforos y en el próximo tendrá que reducirlo, porque no hay limón”. Y lo cierto es que Gomariz era también de los que esperaban una mejor cosecha: “Sobre todo por las nuevas plantaciones, con un año de vida más. Su crecimiento es exponencial. El problema es que dado el primer corte gordo, no se ve limón. Eso unido a que este año el estado fenológico de la planta va más flojo y no tiene la madurez suficiente ni el tamaño, con lo cual no está habiendo corte de limón, porque le falta tamaño”. Y en el pomelo las cosas no son mejores: “Se está poniendo de manifiesto que los árboles adultos tienen la mitad de cosecha que el año pasado”.